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Se unen trabajadores de toda Europa para salvar puestos de trabajo

31 mayo, 2012

 

Miembros del sindicato suizo UNIA están luchando contra el propuesto cierre de una planta de la enorme empresa del sector farmacéutico Merck Serono en Ginebra, lo que pone en peligro 1.500 puestos de trabajo. Hoy los trabajadores hicieron llegar su protesta a la sede de la empresa en Darmstadt, Alemania, y señalaron a la administración que solamente se ha aplazado su amenaza de huelga, la cual se puede activar si al final del período de consulta, que termina el 4 de junio, no se llega a un acuerdo auténtico. Es evidente que se cree que la multinacional ha de reconocer la viabilidad económica de la planta de Ginebra y conservar los puestos de trabajo mediante la negociación de las propuestas presentadas por el sindicato.

La lucha contra el cierre de la planta de Ginebra, determinará el futuro de 2.500 empleos en Alemania, y 450 en Francia, ya que el grupo tiene un proyecto para la reubicación masiva de sus operaciones en el extranjero. La indignación generalizada que ha surgido a nivel internacional ante las propuestas de la empresa se ha intensificado debido a los excelentes márgenes de ganancia que se han publicado, y el reciente aumento del 20% en los pagos de dividendos a sus accionistas. El grupo Merck informó el 15 de mayo que había obtenido ganancias de €152 millones en el primer trimestre de 2012. La ICEM apoya firmemente los llamados de UNIA que exigen que Merck dé “preferencia a los trabajadores, y no a los accionistas!"

Photo: Unia/Julien Fabrègue

Hoy, en Darmstadt, militantes de UNIA se reunieron con 1.000 miembros de la IGBCE de Alemania en la planta de Merck Serono, en vocíferas manifestaciones pitos y cencerros y vestidos con monos blancos. Mientras seguían las protestas afuera, la delegación de UNIA en Ginebra compuesta por Alessandro Pelizzari y Hubert Godinot, Iris Gürtler, representante de la IGBCE y Vicepresidenta del Comité de Empresa Europeo, se reunían con Diezmar Eidens y Kai Beckmann de la dirección general, y con el presidente de la Junta de Administración, François Naef. Como continúa la lamentable actitud de la administración, existe ahora una verdadera posibilidad de un nuevo conflicto después del 4 de junio, ya que, a pesar de que la fuerza de trabajo de Ginebra está dispuesta a hacer concesiones en cuanto a los sueldos y condiciones de trabajo, parece que la empresa no tiene interés en oír a los trabajadores.

Una propuesta central de Alessandro Pelizzari, Secretario Regional de UNIA en Ginebra, y de los miembros del sindicato, es que la empresa conserve en esa región un centro para la investigación en biotecnología, lo cual permitiría proteger por lo menos 300 de los puestos de trabajo en peligro de reubicación en el exterior.

Se pueden enviar mensajes de solidaridad a [email protected]