7 marzo, 2012
La huelga legítima que declararan cinco unidades de negociación que representan a 600 trabajadores del cemento, miembros del Sindicato de Trabajadores de Campos Petrolíferos (OWTU) de Trinidad y Tobago, organización afiliada a la ICEM, se convirtió en un cierre patronal cuando, a principios de esta semana, Trinidad Cement Ltd. (TCL), comenzó a imponer algunos acuerdos de trabajo individuales para romper la huelga.
El 27 de febrero, el OWTU comenzó una huelga de 90 días en las dos plantas de producción de cemento y mezcla de concreto en Claxton Bay y Mayo, pero la empresa reaccionó el lunes, 5 de marzo, informando sobre su intención de imponer un cierre patronal. Esto significa que tanto TCL como TCL Packaging, parte del Grupo TCL de la empresa caribeña de cemento, ahora pueden tratar de obligar al personal a firmar contratos antisindicales.
El OWTU cree que los trabajadores del cemento seguirán firmes en las barreras y también ha expresado su deseo de volver al proceso de conciliación. En las negociaciones sobre el convenio 2009-2011, las dos partes no están de acuerdo respecto a los sueldos, puesto que el OWTU ha solicitado un 16%, mientras que TCL ha ofrecido sólo un 7%. Recientemente, el OWTU firmó un convenio por el cual se aceptaba un aumento salarial del 9% durante un período similar para 5.000 trabajadores petroleros contratados por la empresa estatal Petrotrin. (Véase el informe de la ICEM aquí.)
Ancel Roget, Presidente General del OWTU, en momentos en que se dirigía a los trabajadores del cemento
Foto: Rishi Ragoonath/Trinidad & Tobago Guardian
La huelga del sector del cemento causó conmoción en la industria de la construcción de este país de dos islas, después que la administración informara que las existencias de cemento sólo darían abasto por una semana. Inmediatamente, TCL comenzó a importar cemento y concreto premezclado de su filial Caribbean Cement en Jamaica y de su empresa Arawak Cement en Barbados.
La huelga se tornó tensa por la tarde del 28 de febrero y por la mañana siguiente, cuando la policía sacó las armas y porras contra los huelguistas, en momentos en que los contingentes estaban saliendo de la fábrica de Claxton Bay. El OWTU presentó una queja formal ante la policía por el uso de la fuerza por algunos oficiales al enfrentar a los huelguistas.
Desde ese incidente, la calma se ha mantenido en los piquetes de huelga, y el OWTU ha mantenido un campamento de vigilancia de los huelguistas cerca de la planta de TCL en Claxton Bay. El OWTU y TCL realizaron reuniones de conciliación entre el 9 y 23 de febrero, pero luego se dio preaviso de huelga cuando la empresa se negó a aumentar su oferta salarial.