25 junio, 2011En su visita a la Asamblea Nacional de Corea, formando parte de una numerosa delegación de sindicatos y partidos políticos progresistas, el secretario general adjunto de la FITIM, Fernando Lopes, informó de los crecientes abusos de los derechos de los trabajadores en Corea.
COREA: El 24 de junio, al secretario general adjunto de la FITIM, Fernando Lopes, se unió a una delegación que visitaba la Asamblea Nacional para informar de la reciente, y cada vez mayor, violencia contra los sindicatos en Corea. La delegación estuvo integrada por dirigentes de la Confederación Coreana de Sindicatos (KCTU), el Sindicato Coreano de Trabajadores Metalúrgicos (KMWU), afiliado a la KCTU y a la FITIM, así como MP del Partido Laboral Democrático de Corea, el Nuevo Partido Progresista, y líderes del Sindicato de Profesores de Corea, la Asociación Nacional de Profesores por una Sociedad Democrática y el Consejo Académico Progresista de Corea. Todos los miembros de la delegación firmaron la resolución sobre las represiones laborales en Corea adoptada por la FITIM.
En la conferencia de prensa que siguió al acto en la Asamblea Nacional de Corea en Seúl, Lopes y otros miembros de la delegación expresaron serias preocupaciones por los crecientes casos de represión contra los trabajadores en Corea.
Los oradores se refirieron a casos de violencia contra los trabajadores en la factoría de Yuseong Piston Ring, donde la dirección había contratado a matones que utilizaron barras de hierro y extintores de incendios para impedir que los trabajadores entraran en la factoría, cerrada ilegalmente. Otro caso concernía a Hanjin Heavy Industry, donde los trabajadores se habían manifestado en protesta contra despidos ilegales. En ambos casos, el Gobierno utilizó a fuerzas antidisturbios de la policía contra las protestas pacíficas de los trabajadores, en lugar de tratar de hallar una solución justa.
Anteriormente, en junio, trabajadores de la factoría de Yuseong Piston Ring, proveedor de muy importante de Hyundai Motor, decidieron declararse en huelga, cumpliendo los requisitos legales. Sin embargo, antes de comenzar realmente la acción, la dirección impuso un cierre, alegando que la actuación de los trabajadores era ilegal. El Gobierno movilizó a la policía antidisturbios para dispersar violentamente la sentada pacífica de los trabajadores, en protesta contra la decisión ilícita de los empleadores. Más tarde, incluso después de que los trabajadores anunciaran oficialmente el fin de la huelga, el empleador mantuvo el cierre y contrató a matones para impedir que los trabajadores entraran en la factoría.
En el sitio web de la FITIM se había informado de otro ejemplo de excesiva violencia contra trabajadores de Hanjin Heavy Industry. En febrero de 2010, la dirección del astillero de construcción naval de Hanjin Heavy Industry firmó un acuerdo con el sindicato según el cual no despediría a trabajadores. El mes de diciembre siguiente, 400 trabajadores fueron despedidos en violación del acuerdo.
Como reacción a los despidos injustos, los trabajadores de Hanjin se declararon en huelga. La compañía respondió con un cierre, que aún persiste. Como protesta, Kim Jinsook, miembro del comité consultivo de la KCTU, inició una acción de protesta en lo alto de una grúa de la compañía, que dura desde hace ya 170 días.
A pesar de numerosos llamamientos del sindicato KMWU local, inclusive con el apoyo de 700 ciudadanos y de un partido político de oposición y, finalmente, a través del subcomité parlamentario de Asuntos Laborales y Ambientales, para resolver el conflicto y readmitir a los trabajadores despedidos, la dirección de la compañía no ha mostrado nunca buena voluntad para llegar a una solución.
Léase el texto de la Resolución de la FITIM sobre la represión de los trabajadores en Corea aquí.
En la conferencia de prensa que siguió al acto en la Asamblea Nacional de Corea en Seúl, Lopes y otros miembros de la delegación expresaron serias preocupaciones por los crecientes casos de represión contra los trabajadores en Corea.
Los oradores se refirieron a casos de violencia contra los trabajadores en la factoría de Yuseong Piston Ring, donde la dirección había contratado a matones que utilizaron barras de hierro y extintores de incendios para impedir que los trabajadores entraran en la factoría, cerrada ilegalmente. Otro caso concernía a Hanjin Heavy Industry, donde los trabajadores se habían manifestado en protesta contra despidos ilegales. En ambos casos, el Gobierno utilizó a fuerzas antidisturbios de la policía contra las protestas pacíficas de los trabajadores, en lugar de tratar de hallar una solución justa.
Anteriormente, en junio, trabajadores de la factoría de Yuseong Piston Ring, proveedor de muy importante de Hyundai Motor, decidieron declararse en huelga, cumpliendo los requisitos legales. Sin embargo, antes de comenzar realmente la acción, la dirección impuso un cierre, alegando que la actuación de los trabajadores era ilegal. El Gobierno movilizó a la policía antidisturbios para dispersar violentamente la sentada pacífica de los trabajadores, en protesta contra la decisión ilícita de los empleadores. Más tarde, incluso después de que los trabajadores anunciaran oficialmente el fin de la huelga, el empleador mantuvo el cierre y contrató a matones para impedir que los trabajadores entraran en la factoría.
En el sitio web de la FITIM se había informado de otro ejemplo de excesiva violencia contra trabajadores de Hanjin Heavy Industry. En febrero de 2010, la dirección del astillero de construcción naval de Hanjin Heavy Industry firmó un acuerdo con el sindicato según el cual no despediría a trabajadores. El mes de diciembre siguiente, 400 trabajadores fueron despedidos en violación del acuerdo.
Como reacción a los despidos injustos, los trabajadores de Hanjin se declararon en huelga. La compañía respondió con un cierre, que aún persiste. Como protesta, Kim Jinsook, miembro del comité consultivo de la KCTU, inició una acción de protesta en lo alto de una grúa de la compañía, que dura desde hace ya 170 días.
A pesar de numerosos llamamientos del sindicato KMWU local, inclusive con el apoyo de 700 ciudadanos y de un partido político de oposición y, finalmente, a través del subcomité parlamentario de Asuntos Laborales y Ambientales, para resolver el conflicto y readmitir a los trabajadores despedidos, la dirección de la compañía no ha mostrado nunca buena voluntad para llegar a una solución.
Léase el texto de la Resolución de la FITIM sobre la represión de los trabajadores en Corea aquí.