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Los trabajadores jóvenes pagan el precio más alto de la crisis

19 mayo, 2012En 2011 cada vez más jóvenes salen a las calles en Europa, pues comprenden que son la principal víctima de la crisis. Tras la crisis financiera de 2008, el resultado es el peor en 30 años. En Europa no se trata sólo de una crisis económica, sino de una trascendental crisis social.

EUROPA: En la situación actual y con las previsiones para los meses próximos, el movimiento sindical internacional pide que se recuerde que con la entrada en el mercado de trabajo cada año de 45 millones de jóvenes ya no se puede ignorar la amenaza que pesa sobre el desempleo de los jóvenes. Los días 14 y 15 de mayo, sindicalistas jóvenes de todo el mundo se reunieron en Guadalajara (México) antes de la Reunión Ministerial sobre Trabajo y Empleo del G-20, para centrar la atención del G-20 en la dramática situación de los jóvenes que buscan empleo.

"Con las políticas salariales se tiene que garantizar que los jóvenes reciban 'la tarifa correspondiente al empleo'. Los salarios mínimos de los trabajadores jóvenes no pueden reducirse; esto no haría más que provocar una competencia a la baja", dijo Sharan Burrow, secretaria general de la CSI. "Los derechos de los trabajadores jóvenes no se pueden menoscabar debilitando su protección en el trabajo."

El informe de la Confederación Sindical Internacional: "The Social Crisis Behind the Economic Crisis - the Millions of Young People Unemployed" (La crisis social tras la crisis económica -- Millones de jóvenes desempleados) se publicó en la reunión del Comité de Juventud de la CSI en Guadalajara (México)  y en él se examina atentamente la situación de los trabajadores jóvenes europeos y las respuestas del movimiento sindical a los problemas que afrontan.

Desde que comenzó la crisis económica, el aumento del desempleo ha afectado duramente a los jóvenes y amenaza el posible crecimiento a largo plazo; en el informe de la CSI no sólo se examina la situación, sino que se analiza atentamente cómo han de adaptarse los sindicatos a los tiempos cambiantes. Para que se escuchen los problemas de los jóvenes hay que integrarlos en las estructuras sindicales y hacer avanzar las cuestiones que les afectan.