20 febrero, 2010La FITIM se solidariza con los mineros en huelga en Cananea, al recordar a los 65 mineros que fallecieron en la mina de Pasta de Conchos de Grupo México el 19 de febrero de 2006.
MEXICO: Los trabajadores en huelga en la mina de Grupo México en Cananea guardarán un minuto de silencio hoy, 19 de febrero, en recuerdo de los 65 mineros que murieron este día hace cuatro años en Pasta de Conchos.
Los 65 mineros quedaron atrapados bajo tierra el 19 de febrero de 2006, al producirse una explosión de metano en el pozo número ocho de la mina de Pasta de Conchos, propiedad de Grupo México, en el estado mexicano septentrional de Coahuila. Muchos de los mineros que murieron eran miembros del Sindicato de Trabajadores Mineros y Metalúrgicos de la República Mexicana (SNTMMSRM). Inmediatamente después de la explosión, el Gobierno desplegó a tropas del ejército para guardar la mina.
En el momento del incidente sólo se recuperaron dos cuerpos. Hoy, el United Steelworkers ha presentado una demanda, en nombre de las familias de los mineros de carbón muertos, en un tribunal federal estadounidenses de Arizona, solicitando daños a Grupo México y compañías conexas.
En la demanda se alega que Grupo México y las otras compañías acusadas no tomaron las medidas necesarias para impedir el desastre, y se negaron a hacerlo a pesar de haber sido informadas por el Gobierno mexicano y los propios mineros de condiciones inseguras.
Este trágico suceso precipitó y coincidió con una serie de acciones entre las que figuran la destitución ilegal de Gómez como secretario general del sindicato de mineros mexicano, la continua violencia e intimidación de miembros y líderes sindicales, y en particular la muerte de dos trabajadores en huelga en Lázaro Cárdenas, y el exilio de Gómez en Canadá.
Además, en la mina de cobre aglomerado de Grupo México en Cananea, en el Estado de Sonora, miembros del sindicato de mineros mexicanos se declararon en huelga en julio de 2007 por motivos de salud y seguridad en la mina.
La Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas (FITIM), la Federación Internacional de Sindicatos de Trabajadores de la Química Energía, Minas e Industrias Diversas (ICEM) y otras condenaron una decisión de un tribunal de apelación mexicano la semana pasada, el 11 de febrero, de permitir a la compañía minera Grupo México despedir a los 1.200 trabajadores en huelga y a los miembros sindicales en su mina de cobre de Cananea.
La FITIM y la ICEM instan al comedimiento a las autoridades mexicanas por temor a que el fallo del tribunal dé lugar a violencia entre las fuerzas armadas mexicanas y los mineros.
El representante regional de la FITIM, Jorge Almeida, se ha unido a una delegación internacional en Cananea, hoy, para mostrar su apoyo solidario a los trabajadores en huelga, al recordar a los muertos en Pasta de Conchos.
Los 65 mineros quedaron atrapados bajo tierra el 19 de febrero de 2006, al producirse una explosión de metano en el pozo número ocho de la mina de Pasta de Conchos, propiedad de Grupo México, en el estado mexicano septentrional de Coahuila. Muchos de los mineros que murieron eran miembros del Sindicato de Trabajadores Mineros y Metalúrgicos de la República Mexicana (SNTMMSRM). Inmediatamente después de la explosión, el Gobierno desplegó a tropas del ejército para guardar la mina.
En el momento del incidente sólo se recuperaron dos cuerpos. Hoy, el United Steelworkers ha presentado una demanda, en nombre de las familias de los mineros de carbón muertos, en un tribunal federal estadounidenses de Arizona, solicitando daños a Grupo México y compañías conexas.
En la demanda se alega que Grupo México y las otras compañías acusadas no tomaron las medidas necesarias para impedir el desastre, y se negaron a hacerlo a pesar de haber sido informadas por el Gobierno mexicano y los propios mineros de condiciones inseguras.
Este trágico suceso precipitó y coincidió con una serie de acciones entre las que figuran la destitución ilegal de Gómez como secretario general del sindicato de mineros mexicano, la continua violencia e intimidación de miembros y líderes sindicales, y en particular la muerte de dos trabajadores en huelga en Lázaro Cárdenas, y el exilio de Gómez en Canadá.
Además, en la mina de cobre aglomerado de Grupo México en Cananea, en el Estado de Sonora, miembros del sindicato de mineros mexicanos se declararon en huelga en julio de 2007 por motivos de salud y seguridad en la mina.
La Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas (FITIM), la Federación Internacional de Sindicatos de Trabajadores de la Química Energía, Minas e Industrias Diversas (ICEM) y otras condenaron una decisión de un tribunal de apelación mexicano la semana pasada, el 11 de febrero, de permitir a la compañía minera Grupo México despedir a los 1.200 trabajadores en huelga y a los miembros sindicales en su mina de cobre de Cananea.
La FITIM y la ICEM instan al comedimiento a las autoridades mexicanas por temor a que el fallo del tribunal dé lugar a violencia entre las fuerzas armadas mexicanas y los mineros.
El representante regional de la FITIM, Jorge Almeida, se ha unido a una delegación internacional en Cananea, hoy, para mostrar su apoyo solidario a los trabajadores en huelga, al recordar a los muertos en Pasta de Conchos.