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Los líderes de IndustriALL Global Union instan a las fuerzas armadas de Myanmar a restaurar el orden democrático y dejar de arrestar, herir y matar a manifestantes

8 marzo, 2021Jörg Hofmann y Valter Sanches instan a los líderes militares de Myanmar a restaurar la democracia y cumplir con las normas internacionales de derechos humanos sin más dilación. IndustriALL Global Union y sus afiliados se solidarizan con sus compañeros y compañeras en Myanmar, que protestan pacíficamente por su país. Los arrestos, lesiones y muertes causados por acciones militares deben terminar de inmediato.

En un país donde recién se permitieron los sindicatos en 2012, IndustriALL respalda la declaración de la Confederación de Sindicatos de Myanmar (CTUM) con respecto a que cualquier acción que tenga como objetivo impedir la transición democrática del país debe ser rechazada.

IndustriALL insta a los líderes militares a reconocer que el fruto del crecimiento económico y la mejora del nivel de vida es el resultado de la democratización y la coexistencia pacífica de múltiples partidos políticos desde 2011.

Asimismo, se celebra la iniciativa de las marcas minoristas globales que se abastecen en Myanmar, que reconocen que la democracia y el respeto por los derechos humanos y laborales son fundamentales para el éxito y la continuidad empresarial. El restablecimiento de las normas democráticas es imprescindible para mantener los puestos de trabajo y las nuevas inversiones destinadas a mejorar la calidad de vida de los birmanos.

En línea con el compromiso de las federaciones sindicales de confrontar a las fuerzas mundiales que operan en contra de los intereses de los trabajadores, reiteramos los reclamos de los dirigentes del movimiento sindical mundial:

  • Pedir al Consejo de Seguridad de la ONU que imponga sanciones contra los líderes militares responsables del golpe de Estado. Estas sanciones también deben dirigirse al capital económico que proporciona ingresos a las fuerzas armadas.
  • Pedir al Consejo de Seguridad de la ONU que imponga un embargo mundial de armas a Myanmar.
  • Pedir a las empresas internacionales que operan en Myanmar que cesen todo vínculo financiero o relación comercial, directa o indirecta, con empresas de propiedad militar (se puede obtener más información en el informe del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas acerca de los intereses económicos de las fuerzas armadas de este país) y a utilizar su influencia para conseguir la liberación de los detenidos, la restauración de las instituciones democráticas y el respeto de los derechos humanos y laborales de todos los trabajadores birmanos. Esto debe implicar que las empresas internacionales brinden apoyo a los trabajadores cuando sus operaciones se vean limitadas, lo que incluye proteger a los que se manifiestan por el golpe de Estado.

Asimismo, exhortamos a nuestros sindicatos afiliados a nivel mundial a que apoyen las medidas descritas anteriormente, y que:

  • Ejerzan presión sobre sus gobiernos nacionales para exigir que las fuerzas armadas de Myanmar pongan fin al estado de emergencia, liberen inmediatamente a todas las figuras políticas y activistas, defiendan el derecho del pueblo de Myanmar a elegir a sus líderes y retiren las limitaciones a la libertad de expresión, reunión y asociación.
  • Insten a todas las empresas con las que mantienen vínculos y que operen o inviertan en Myanmar a cesar sus relaciones comerciales con las fuerzas armadas de Myanmar y utilizar su influencia para conseguir la liberación de los detenidos, la restauración de las instituciones democráticas y el respeto de los derechos humanos y laborales de todos los trabajadores de este país. Esto debe implicar que las empresas internacionales brinden apoyo a los trabajadores cuando sus operaciones se vean limitadas, lo que incluye proteger a los que se manifiestan por el golpe de Estado.

También instamos a los líderes militares de Myanmar a que retiren el proyecto de ley de seguridad cibernética, que tendría consecuencias devastadoras para la democracia y los derechos humanos, así como efectos desastrosos en la sociedad y la economía del país.