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150 trabajadores pierden sus empleos tras cierre de Fanacif en Uruguay

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3 mayo, 2024La empresa de autopartes FANACIF S.A cerró sus operaciones en Uruguay y causó el desempleo de 150 personas afiliadas a la Union nacional de trabajadores del metal y ramas afines (UNTMRA). El sindicato busca un diálogo con el gobierno para impulsar un plan de desarrollo productivo que reactive la industria nacional y brinde trabajo de calidad.

La empresa autopartista FANACIF S.A es filial de la multinacional FRAS-LE Mobility, Grupo RANDON, cuya casa matriz está en Brasil. La Confederación de sindicatos industriales del Uruguay (de la cual UNTMRA forma parte) aseguró que la firma decidió concentrar su producción en la planta industrial de Brasil de forma “arbitraria, unilateral y a espaldas de la clase trabajadora.” 

Según un trabajador de FANACIF S.A afiliado a la UNTMRA, Walter Gabriel Santos, la decisión fue una sorpresa para los trabajadores porque la empresa no presentaba ninguna clase de problemas: 

“No cerró por un problema de conflictividad laboral porque era nula. No hubo problemas de competitividad, de productividad, ni de que faltaran clientes. Se exploraban nuevos mercados y la empresa daba ganancia.

Entendemos que la gerencia uruguaya planteó la posibilidad de venderla a otros propietarios para no cerrarla, pero la gerencia de Brasil dijo que no, que se quería llevar la operación”

explicó Santos.

En tanto, el presidente de la central sindical PIT-CNT, Marcelo Abdala, explicó que se trató de un problema de flujo financiero, porque la distribuidora en Argentina no le pudo transferir los pagos correspondientes a la empresa en Uruguay porque el banco no les vendía dólares. Esto generó una deuda de 14 millones de dólares:

“Estábamos gestionando una reunión con el embajador uruguayo en Argentina para ver si podía liberarse algún flujo de recursos para evitar lo que estaba sucediendo, ya que el total de los trabajadores estaba en seguro de paro. La reunión no se hizo porque la gerencia uruguaya fue convocada a Brasil y allí anunciaron que iban a vender la maquinaria de la empresa e irse a Brasil”

dijo Abdala.

FANACIF se suma a la lista de fábricas que recientemente se fueron del Uruguay, como Lifan, Faurecia y Cinter. La Confederación le reclama al gobierno uruguayo que deje de actuar como espectador, tome conciencia de la actual coyuntura e instrumente medidas para defender la industria y la mano de obra nacional. A su vez, la agrupación de sindicatos indicó que sostendrá reuniones con todo el sistema político para conocer cuáles son sus planes para desarrollar una industria nacional, ya que cada vez está más frágil.  

En tanto. la UNTMRA (afiliada a IndustriALL Global Union) plantó la necesidad de instalar una mesa de trabajo entre actores políticos y sociales para definir en conjunto el plan de desarrollo productivo para reactivar la industria nacional. El sindicato recientemente realizó un paro general parcial de actividades con movilización hasta la sede del Ministerio de Industria, Energía y Minería. La acción fue en defensa de la industria nacional y de los puestos de trabajo en Fanacif, Tsakos y CLA Sienz. 

Por su parte, el secretario regional de IndustriALL, Marino Vani, expresó:

“Nos solidarizamos con los trabajadores y con toda la clase trabajadora uruguaya. Consideramos que el cierre de FANACIF es lamentable, ya que los puestos de trabajo de la cadena de producción de la industria poseen los mejores salarios, lo cual permite una economía y sociedad más justas y sostenibles. 

No hemos visto acciones ni esfuerzos del gobierno para mantener los puestos de trabajo de la industria uruguaya. La empresa del Grupo RANDON, FRAS-LE FANACIF mantiene una posición unilateral sin tener consideración con los trabajadores ni la sociedad uruguaya. Utilizó toda la infraestructura del Uruguay durante años, pero decidió cerrar la planta e irse del país sin ninguna explicación.

Descartó a los trabajadores sin sostener un diálogo para encontrar alternativas que permitieran seguir produciendo en el país. Se trata de un capitalismo salvaje, de dictadura del mercado sobre las sociedades. Una práctica lamentable por parte de esta empresa.”

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