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ARTÍCULO DE FONDO: ¿Es posible un cambio radical en el sector textil de Sudáfrica?

8 diciembre, 2015Sudáfrica, que históricamente ha sido uno de los mayores productores de prendas de vestir en el continente africano, ha experimentado un descenso de la producción en los últimos 15 años. Sin embargo, a pesar de esta baja, en 2015 se ha dado un fuerte ímpetu al sector textil del país, creando con ese impulso nuevos puestos de trabajo.

El sector de la confección de Sudáfrica, que en otro tiempo fuera poderoso, ha experimentado una sostenida baja durante por lo menos dos décadas, conllevando de ese modo la eliminación de miles de puestos de trabajo. El sector de la producción de prendas de vestir de Sudáfrica se ha visto perjudicado por la liberalización del comercio, el aumento de las importaciones procedentes de Asia y la reubicación de productores sudafricanos que se han trasladado a los países vecinos de Lesoto y Suazilandia, donde el régimen salarial imperante es más bajo.

En los últimos 15 años, se cree que en Sudáfrica se han perdido unos 150.000 puestos de trabajo en este sector. Al no poder competir con la ropa barata que llegaba en enormes cantidades de Asia, los fabricantes de ropa sudafricanos quebraron.

Según el Sindicato de Trabajadores del Vestuario y Textil de Sudáfrica (SACTWU), organización afiliada a IndustriALL, cada año 2.000 a 3.000 trabajadores pierden sus puestos de trabajo. Sin embargo, en estos momentos el sector de la confección de Sudáfrica ha comenzado a crecer nuevamente, agregando a la fuerza de trabajo nuevos trabajadores y trabajadoras.

A pesar de la pérdida de empleos, el SACTWU ha quedado bien organizado: aproximadamente un 80% de los trabajadores/as del sector pertenece al sindicato, que lucha vigorosamente contra los despidos, reducción de la producción y cierre de las fábricas. Al mismo tiempo, el sindicato está aumentando su influencia, al participar en la política a nivel nacional.

SACTWU ha seguido férreamente su tradición y fama de ser un sindicato combativo, a la vez que dialoga con las empresas y el gobierno, logrando avances significativos en cuanto a la adquisición de productos a nivel local, y presionando contra la liberalización del comercio.

Simon Eppel, investigador del SACTWU, da cuenta de cómo el sindicato está trabajando para salvar y aumentar el número de puestos de trabajo decente en el sector textil de Sudáfrica.

“Aunque en la actualidad, este sector textil sigue perdiendo puestos de trabajo, su reducción es considerablemente menor. En SACTWU tratamos de salvar puestos de trabajo que de otro modo se habrían perdido, y últimamente hemos podido incluso aumentar el número de empleos en esta industria”.

En general, el empleo en el sector textil de Sudáfrica va en aumento: en el último año ha aumentado en un 1,5%.

Simon Eppel dice que es “prudentemente optimista” respecto a esta modesta tendencia de cambio, que se debe en gran parte a la enérgica labor que se ha realizado para revivir el sector.

Un ejemplo es el hecho de que gobierno sudafricano abogara por una ecologización del sector para que sea más sostenible. Entre otras cosas, esto acarrea la necesidad de estudiar la eficiencia energética, ayudando a las empresas a reemplazar la maquinaria antigua con equipos más modernos.

Otro ejemplo es la campaña del SACTWU “compre productos de Sudáfrica”, con la que el sindicato ha conseguido acuerdos con importantes empresas e instituciones para apoyar a la industria local.

Desde principios de la década del 2000, SACTWU realiza campañas promoviendo la adquisición de productos textiles hechos en el país, informando a los consumidores sobre cómo la decisión de comprar productos sudafricanos beneficiará a la comunidad.

A través de campañas masivas, desfiles de modas con trabajadores y trabajadoras de la confección para exhibir las prendas de vestir que fabrican, SACTWU se comunica con los consumidores para influir en las decisiones que toman.

“La gente se interesa cada vez más en lo que estamos diciendo. Los consumidores se notan constantemente más positivos y dispuestos a escuchar. Se dan cuenta cada vez más de que sus decisiones influyen considerablemente”.

Sin embargo, en su campaña para promover la adquisición de productos fabricados en Sudáfrica, SACTWU no sólo se dirige a los consumidores individuales: otra área donde SACTWU está trabajando para influir en la toma de decisiones es la de las adquisiciones por parte del estado. Se exhorta a los departamentos gubernamentales y empresas estatales para que compren productos sudafricanos cuando se presentan concursos para obtener contratación pública.

SACTWU ha dirigido una campaña específicamente a las empresas minoristas, por la cual el sindicato puede alertar a las fábricas locales cuando se producen licitaciones públicas. Si una empresa cumple con la legislación laboral de Sudáfrica, SACTWU le comunica información correspondiente, alentando a la empresa para que presente una oferta.

Simon Eppel dice que estas medidas han tenido éxito debido a varios factores. Cuando se aprobó nueva legislación que facilita la participación en la contratación pública, SACTWU tomó medidas para procurar que esa política se aplicara en la práctica.

Comités sindicales para negociación sectorial

En Sudáfrica existen fuertes estructuras sindicales, y las condiciones de trabajo en el sector de la confección son mejores que en muchas otras partes del mundo. Esto se debe a la capacidad de negociación del sindicato, que también se ha traducido en mejores salarios en el sector de la confección de Sudáfrica.

Al igual que en muchas otras partes del mundo, los trabajadores de la confección de Sudáfrica son en su mayoría mujeres, frecuentemente madres solteras, siendo ellas el único sostén económico de su familia. Los salarios en el sector de la confección pueden ser muy bajos, de manera que por lo general éstos son trabajadores y trabajadoras vulnerables, probablemente muy pobres, que prácticamente no disponen de otras oportunidades de empleo, debido a las altas tasas de desempleo en Sudáfrica.

Se han establecido varios salarios mínimos en Sudáfrica; los sindicatos llevan muchos años ajustando las brechas salariales. El sueldo máximo de una costurera calificada es de aproximadamente 950 Rand (US$ 67) por semana. Para personal menos cualificado puede ser alrededor de 700 Rand (US$ 49) por semana.

SACTWU da prioridad a la negociación centralizada como mecanismo para lograr los mejores resultados salariales en favor de los trabajadores/as. SACTWU realiza negociaciones en tres comités de negociación nacionales para los sectores de prendas de vestir, textiles y cuero; los resultados de estas negociaciones afectan a más de 100.000 trabajadores/as. En 2015, los aumentos salariales sectoriales sobrepasaron la tasa de inflación. Pero este sistema, que funciona bien, está en peligro.

“A pesar de que los salarios se establecen por acuerdo mutuo en los comités de negociación, no consideramos que sean salarios dignos. Estamos trabajando para desarrollar este sector en términos de trabajo decente; hay conversaciones en curso con el fin de establecer un salario digno”.

“El costo de la vida es alto en Sudáfrica, por lo que los sindicatos tratan de compensar a nuestros miembros, ofreciendo servicios adicionales, como servicios de salud, por ejemplo”, dice Simon Eppel.

En junio de 2015, se realizó en Ciudad del Cabo un seminario tripartito sudafricano convocado por SACTWU para los sectores del textil y del cuero. Este evento se llevó a cabo junto con el Festival de la Moda de Ciudad del Cabo; el discurso principal estuvo a cargo de Ebrahim Patel, Ministro de Desarrollo Económico, quien habló del compromiso del gobierno con un sector manufacturero ecológico.

Entre las presentaciones ofrecidas en el seminario figuraron las políticas e iniciativas de apoyo por parte del gobierno para mantener el sector y el empleo, así como las mejores prácticas que se han aplicado en este sector, con el apoyo del gobierno, para lograr mayor eficiencia en la producción y consumo de energía y agua.

También se puede ofrecer una esperanza novedosa para el sector a través del modelo conocido como “respuesta rápida”.

La gran mayoría de los minoristas sudafricanos todavía depende del modelo minorista tradicional, lo cual suele tener dos consecuencias. Primeramente, se produce el suministro constante de los mismos artículos, que en términos relativos son pocos. Esto frecuentemente da por resultado un exceso de oferta de determinados productos, que luego requieren rebajas. La otra consecuencia es oferta insuficiente cuando la demanda de un artículo es mayor, lo cual resulta en la pérdida de ventas.

Se ha intensificado la competencia de los minoristas extranjeros que se han introducido en el mercado sudafricano, lo cual hace que los minoristas del país se sientan obligados a cambiar su forma de comercialización. Muchos minoristas multinacionales utilizan el sistema de respuesta rápida que proporciona un mayor margen de ganancias y mejor rotación de existencias, ofreciendo a los clientes aquellas mercancías que más les atraen, lo cual optimiza las ventas.

Simon Eppel del SACTWU dice que los cambios en las prácticas de abastecimiento al por menor que dan por resultado las cadenas de suministro impulsadas por la demanda en su mayoría benefician a los trabajadores y trabajadoras de la confección de Sudáfrica.

“Los minoristas recurren a la tecnología para analizar lo que se compra en sus tiendas, para comprender qué es lo que sus clientes quieren adquirir, y cuándo buscan tales mercancías. Entonces, en lugar de basar los pedidos en la demanda prevista para toda una temporada, se analizan las tendencias actuales para ofrecer al cliente, lo más rápidamente posible, aquellos productos que más les atraen”.

Junto con la inflación en Asia y la debilidad del Rand, muchos creen que el sistema de respuesta rápida ofrece oportunidades para los productores sudafricanos. Este modelo se basa en la proximidad del productor al minorista, con un tiempo máximo de ejecución de seis semanas, por lo cual no es factible recurrir a proveedores extranjeros lejanos. Sudáfrica está en buena posición porque el apoyo que recibe este sector y el compromiso por parte de los productores locales han dado lugar a mejores normas de producción y mayor eficiencia, reduciendo el plazo de entrega.

Sudáfrica busca desarrollar un mercado especializado como estrategia para mantener vivo el sector textil y de la confección; además existe un fuerte compromiso tripartito en favor de conservar la capacidad de producción y los puestos de trabajo que existen actualmente. A consecuencia de esto, muchos productores ya alcanzan a satisfacer las normas internacionales de fabricación y tienen capacidad para respuesta rápida.

“La cadena de suministro de prendas de vestir juega un papel importante, y este seminario tripartito convocado por SACTWU creó un foro muy necesario para debatir y elaborar propuestas”.

“Tradicionalmente, la inversión en el sector de la confección ha favorecido los lugares de producción donde hay poca rigurosidad en la aplicación de normas laborales, con bajos salarios y escasa sindicalización. Sin embargo, debido a los cambios en las prácticas de abastecimiento, los trabajadores/as que se hallan próximos a un mercado importante pueden, si están unidos, abordar problemas a medida que las cadenas de suministro mundiales se hagan más regionales”, dice Fernando Lopes.

Realmente existen oportunidades para los productores sudafricanos al aplicar el sistema de venta al por menor con respuesta rápida aplicado en Sudáfrica e incluso en Europa, pero continúa igual la ventaja comparativa de los países vecinos que pagan sueldos bajos. Esto pone de relieve cuán importante es que SACTWU siga promoviendo un programa de políticas industriales que favorezcan a los trabajadores, ejerciendo presión sobre el gobierno y los fabricantes para que apliquen políticas que apoyen el crecimiento continuo del sector textil y del vestuario, creando más puestos de trabajo.