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Después de la Conferencia Internacional del Trabajo arrecian amenazas contra sindicatos democráticos en Argelia

20 junio, 2018Continúan las graves violaciones de los derechos laborales en Argelia, donde los sindicatos independientes enfrentan presión implacable e intimidación. Esta intensificación de la represión antisindical se ha producido en momentos en que el Ministro del Trabajo de Argelia, Mourad Zemali, amenaza con abandonar la Organización Internacional del Trabajo (OIT), tras la decisión de la Organización de enviar una misión de alto nivel para reunirse con sindicatos independientes en el país.

Zemali advirtió su intención de abandonar la OIT después de que, en la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) de la OIT, realizada del 28 de mayo al 8 de junio de 2018, Argelia fuera objeto de observación por violaciones a la libertad de sindicación.

Zemali señaló que “Argelia está dispuesta a abandonar la Organización Internacional del Trabajo con el fin de conservar su soberanía nacional”.

En cinco años, Argelia ya ha sido examinada cuatro veces en la Conferencia Internacional del Trabajo por la Comisión de Aplicación de Normas (CAN) de la OIT. En las conclusiones de la Comisión se recomienda realizar una misión de alto nivel a Argelia sin restricciones y sin demora, después de haberse suspendido una misión de contactos directos en febrero debido a que no se dieron garantías de que la OIT se pudiera reunir con sindicatos independientes.

En una conferencia de prensa realizada el 12 de junio, Zemali también nombró específicamente a los dirigentes de sindicatos independientes, Raouf Mellal, presidente de SNATEG, organización del sector de la energía afiliada a IndustriALL Global Union, y Rachid Maalaoui, del sindicato del sector público, SNAPAP; Zemali atacó a estos dos sindicalistas, diciendo que estaban detrás de la "persecución" de Argelia por la OIT. En la reunión de la CAN en junio, estos dos sindicalistas habían denunciado la política de represión antisindical en Argelia.

SNATEG ha criticado enérgicamente este arrebato del ministro y ha rechazado sus afirmaciones de que los dirigentes de los sindicatos democráticos sólo se representan a sí mismos y que están tratando de desestabilizar al país.   

“El pueblo argelino tiene derecho a saber que, a diferencia del Ministro de Trabajo que no fue elegido por el pueblo, el presidente del sindicato nacional de trabajadores de la electricidad y gas, Mellal Raouf, fue elegido por la mayoría de los participantes en conformidad con la legislación correspondiente”.

Según SNATEG, el Ministerio ordenó a la compañía de electricidad estatal, Sonelgaz, que no se adhiera a un dictamen legal que exige reintegrar a Mellal como delegado sindical, ni que lo reconociera como presidente del SNATEGS. Además, el Ministerio del Trabajo ha intentado dos veces disolver ilegalmente el sindicato.

“En sus declaraciones, el Ministro del Trabajo afirma que la libertad de ejercer los derechos sindicales es perjudicial para la estabilidad del país”, dijo SNATEG en un comunicado del 14 de junio, agregando que las libertades sindicales se han convertido en nada más que una 'ilusión' en Argelia.

Desde que se dieron a conocer las conclusiones de la Comisión de Aplicación de Normas, Argelia ha intensificado la represión contra los sindicatos independientes. Además de estos ataques contra los dirigentes de los sindicatos democráticos en la prensa, se ha citado tres veces a Raouf Mellal para comparecer ante los tribunales, antes de fines de julio de 2018, bajo otras acusaciones falsas. Mellal ya fue condenado a 18 meses de cárcel por realizar actividades sindicales y denunciar la corrupción.

Por su parte, Kemal Özkan, Secretario  General Adjunto de IndustriALL, señaló:

“Argelia ha demostrado su desprecio por la OIT y las normas internacionales del trabajo. No se trata de vulnerar la soberanía nacional, sino de defender las libertades sindicales fundamentales, consagradas en los convenios internacionales del trabajo que fueron ratificados por Argelia. Instamos al gobierno argelino a que detenga la represión contra los sindicatos independientes, aceptando una misión de alto nivel de la OIT y abriendo las puertas al diálogo con sus interlocutores sindicales”.