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INFORME: El Área Continental Africana de Libre Comercio: ¿promoverá comercio justo, desarrollo económico y trabajo decente?

21 noviembre, 2019En un continente con un alto nivel de desempleo, donde la mayoría de la población en edad laboral de 705 millones de personas trabaja en el sector informal, ¿resistirán un examen riguroso las afirmaciones de que el acuerdo del Área Continental Africana de Libre Comercio (AfCFTA) creará empleos decentes?

Pedimos la opinión de los sindicatos del continente.

“Falta mucho para que alcancemos los ideales del panafricanismo. El AfCFTA no transformará nuestros sueños en realidad. Se teme que muchas grandes economías africanas se beneficien de manera desproporcionada, mientras que otras no podrán salvar sus industrias nacionales del dumping de bienes importados”.

Reeaz Chutto, Mauricio

En el panorama poscolonial del África, prosperan dictaduras y corrupción desenfrenada. Los países se hallan en condiciones de subdesarrollo y sus economías, gravemente endeudadas. Las economías no se han transformado después de la independencia. La mayoría de los países africanos siguen siendo productores primarios de bienes agrícolas, petróleo y gas y minerales con poco o ningún valor agregado. Dependen fuertemente de la ayuda exterior. Prolifera el desempleo, especialmente entre los jóvenes, y la mayoría de las personas se gana la vida en el sector informal. La pobreza es común, incluyendo a los empobrecidos trabajadores/as.

El AfCFTA es un proyecto de la Unión Africana (UA), diseñado para facilitar el comercio intra-africano. Lanzados originalmente en 2012, los instrumentos del AfCFTA aún no entraron completamente en vigor. Cuando así suceda, muchos consideran que este proyecto podrá, potencialmente, transformar la economía del continente.
Los países africanos demostraron un inmenso apoyo al AfCFTA, desde que se lanzó y especialmente desde que comenzaron las negociaciones en 2015. Eritrea es el único país que todavía no lo ha firmado. Nigeria, la mayor economía del continente, inicialmente se mostró reacia, temiendo que el país se viera inundado por importaciones baratas, pero al final lo firmó también.

“Por fin se hizo realidad la solidaridad entre los países africanos que se esperaba desde hace tanto tiempo. Ya es hora de que los países africanos establezcan acuerdos comerciales estratégicos para reunir los abundantes recursos y mano de obra del continente, para así lograr un desarrollo industrial sólido y sostenible”.

Rose Omamo, Kenia

Los países africanos tienen más relaciones comerciales con Asia, China, Europa y Estados Unidos que entre ellos. Los sindicatos africanos, que promueven la industrialización del continente, ven esto como una gran oportunidad perdida. Los países africanos compiten por los mismos mercados internacionales: así duplican esfuerzos, en lugar de especializarse, aúnan conocimientos y realizan transacciones comerciales entre ellos mismos. Sin embargo, a los sindicatos les preocupa que aumentar el comercio no beneficie automáticamente a las personas si no se da prioridad a los derechos de los trabajadores/as.

Ayka Addis fábrica, Addis Ababa, Etiopía

Muchos creen que, una vez que se aplique plenamente, el AfCFTA podría ser un avance de fundamental importancia para mejorar el comercio intrarregional, el comercio transfronterizo y la integración económica, y para crear puestos de trabajo y contribuir a la industrialización sostenible del continente.

Aunque los sindicatos reconocen este potencial, sienten que no les permitieron participar en las consultaciones que dieron por resultado la firma y ratificación del acuerdo. Los sindicatos, organizaciones de la sociedad civil y comunidades que se verán directamente afectadas no tuvieron la oportunidad de dar a conocer sus intereses. Consideran que esta exclusión va en contra de un enfoque centrado en las personas, transgrediendo la transparencia de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, y los principios de comercio justo que promueven asociaciones basadas en el diálogo, la transparencia y el respeto mutuo.

¿Qué es el AfCFTA?

El AfCFTA es un acuerdo de gran alcance que abarca el comercio de bienes y servicios, la inversión, los derechos de propiedad intelectual y políticas sobre competencia. El AfCFTA tiene como objetivo “promover y lograr desarrollo socioeconómico sostenible e inclusivo, igualdad de género y la transformación de los estados signatarios”. Además, el acuerdo tiene la intención de “promover el desarrollo industrial a través de la diversificación y el desarrollo de la cadena de valor regional, el desarrollo agrícola y la seguridad alimentaria”.

Según informa la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, en 2017 el comercio intraafricano representó solo un 16% de las exportaciones del continente. El país que más participa en este comercio es Sudáfrica, que importa productos derivados del petróleo y exporta maíz y otros artículos. Le siguen Nigeria y Egipto, que exportan petróleo crudo, gas y prendas de vestir y textiles e importan otros productos.

A nivel mundial, el comercio africano solo representa el 2,6%, y sus operaciones comerciales se realizan principalmente con Europa. El comercio con India y China también está aumentando.

El AfCFTA tiene como objetivo lograr la transformación mediante la implementación de iniciativas que ya existen a nivel continental, por ejemplo el Desarrollo Industrial para África, el Programa de Desarrollo de las Infraestructuras en África, el Plan de Acción para Impulsar el Comercio Intraafricano, y el Programa Integral de Desarrollo de la Agricultura de África. Otros proyectos incluyen el Mercado Único de Transporte Aéreo de África y la libre circulación de personas.

LA mina Cullinan de diamantes, Sudáfrica

Con el apoyo de la UA y la Comisión Económica de las Naciones Unidas para África (UNECA), el AfCFTA es impulsado por ministros y jefes de estado y gobiernos. El acuerdo tiene una secretaría cuya sede se va a establecer en Ghana.

El AfCFTA creará un mercado único de bienes y servicios para una población de 1.200 millones de personas y un producto interno bruto combinado de US$ 3,4 trillones. El mercado único permitirá la libre circulación de personas, comerciantes e inversiones, lo que conllevará al establecimiento de una unión aduanera común. Según la UNECA, el AfCFTA se convertirá en el área de libre comercio más grande del mundo desde que se creó la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Una vez que funcione plenamente, el AfCFTA espera aumentar el comercio intra-africano en más de un 50% mediante el desarrollo y fomento de cadenas de valor regionales y continentales. El acuerdo, que es una de las estrategias del Agenda 2063 de la UA para transformación y desarrollo, permitirá lograr algunos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.

Los beneficios del acuerdo incluyen un aumento de la fabricación y diversificación en economías emergentes, como Etiopía, Marruecos y Ruanda, que implementan políticas que promueven la fabricación y la industrialización. De esta manera los países pequeños aprovecharán las economías de gran escala y el enorme mercado que ofrece el AfCFTA.

El acuerdo también tiene disposiciones que permitieron que las economías en dificultades de Yibuti, Etiopía, Madagascar, Malawi, Sudán, Zambia y Zimbabue se beneficien de aranceles rebajados. Según el Índice Global de Competitividad en Manufactura, la mayor parte de la fabricación en el continente se realiza actualmente en Sudáfrica, Egipto y Nigeria.

El AfCFTA tiene como objetivo facilitar y mejorar la coordinación y el comercio entre los bloques económicos regionales. La integración incluirá reunir a las comunidades económicas regionales: la Unión del Magreb Árabe, el Mercado Común de África Oriental y Austral, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental, la Comunidad de África Oriental, la Comunidad de Estados Sahel Saharianos y la Comunidad Económica de Estados de África Central, la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo, y la Comunidad de Desarrollo de África Austral. Entre otras cosas, el AfCFTA quiere poner fin a la competencia entre las comunidades económicas regionales y reemplazarla con la cooperación.

El AfCFTA complementa otras estrategias de la UA, incluida la Visión Minera Africana (AMV). El AMV identifica vías de desarrollo sostenible como una herramienta para promover el comercio y la inversión, al optimizar el uso de la infraestructura, promover valor agregado y mejorar la competitividad de las economías africanas.

Estas vías son áreas geográficas donde los recursos se unen para así lograr el máximo impacto.

“El Programa de Desarrollo Territorial Africano (African Spatial Development Programme) proporciona un medio para facilitar plataformas integradas de desarrollo económico que se basan en la producción de inversiones “ancla” clave a gran escala (generalmente en procesamiento de minerales) e inversiones relacionadas a la exploración y a las etapas posteriores de la cadena de comercialización. También proporciona una estrategia para catalizar sectores sostenibles (agricultura, turismo y procesamiento de recursos) y, al hacerlo, ofrece una herramienta para introducir un enfoque territorial en la planificación de la infraestructura y del desarrollo económico del África”.

El AMV también plantea argumentos en favor del reconocimiento de la minería artesanal y de pequeña escala por los gobiernos a través de políticas y reglamentos, además de la formalización. En la mayoría de los países, los mineros artesanales son criminalizados; además se hace poco o ningún esfuerzo por reconocer y formalizar sus operaciones. También es importante para el AfCFTA considerar cómo los minerales extraídos por mineros artesanales y de pequeña escala pueden llegar a formar parte de la cadena de valor de la minería.

Los procedimientos operativos del AfCFTA son las normas de origen, el foro de negociación en línea, el monitoreo y eliminación de barreras arancelarias y no arancelarias, un sistema de pago digital y el Observatorio de Comercio Africano, una plataforma para que los responsables de la formulación de políticas y el sector privado determinen políticas y tomen decisiones comerciales en base a evidencias y datos concretos.

¿Funcionará?

¿El AfCFTA abre un nuevo camino? Al África nunca le faltaron documentos económicos y de política. El panorama de la política comercial y de inversiones del África está plagado de grandes planes fallidos y políticas ambiciosas que no lograron el comercio que tanto hace falta. La Organización para la Unidad Africana, que se convirtió en la Unión Africana en 2002, se formó en 1963 en Addis Abeba, Etiopía, con gran énfasis en la cooperación económica. Se afirmó que África no debería depender de la ayuda del hemisferio norte, sino desarrollarse a través del comercio y la inversión. De ahí los conceptos de estados desarrollistas. A pesar de esto, muy poco cambió en la práctica.

El AfCFTA reconoce los acuerdos comerciales existentes, lo que les permite complementar el AfCFTA en lugar de competir con él. Estos acuerdos incluyen la Ley de Crecimiento y Oportunidades para África, los Acuerdos de Asociación Económica y los acuerdos con la OMC. Sin embargo, las políticas comerciales existentes no ofrecieron el ímpetu necesario para permitir el despegue de la industrialización y el desarrollo económico en el África.

Además, las políticas económicas patrocinadas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial no produjeron un crecimiento sostenible, al promover, por el contrario, programas de ajuste estructural que arrojan los peores resultados. La liberalización del comercio hundió la mayoría de las industrias locales, ya que sus productos no pudieron competir con aquellos que se importaban de otros países. La privatización de las entidades públicas hizo encarecer los bienes y servicios públicos para los pobres del continente.

Queda por ver si el AfCFTA puede transformar las economías del continente para que dejen de depender de las exportaciones de productos básicos. Según la UNCTAD, esta dependencia hace que las economías africanas sean vulnerables a los precios inestables del mercado internacional. Por ejemplo, los bajos precios internacionales del petróleo afectaron la economía nigeriana en forma negativa, mientras que a consecuencia de los bajos precios al contado del uranio, se suspendieron las actividades de la mina Langer Heinrich en Namibia, y dieron por resultado la pérdida de cientos de puestos de trabajo.

¿Qué dicen los sindicatos?

Rose Omamo, secretaria general del Sindicato Unido de Trabajadores Metalúrgicos de Kenia, organización afiliada a IndustriALL Global Union, comentó:

“Por fin se ve la solidaridad entre los países africanos que por tanto tiempo se esperó. Ya es hora de que los países africanos tengan acuerdos comerciales estratégicos para juntar los abundantes recursos y mano de obra del continente con el fin de alcanzar un desarrollo industrial fuerte y sostenible. El AfCFTA ofrece grandes expectativas. Si las condiciones son propicias, entonces creo que se garantizará la transferencia de habilidades, la clasificación del trabajo e indemnización para los trabajadores y trabajadoras africanos. Sin embargo, no estoy segura que existan políticas claras para abordar los problemas laborales.

“Se debe desarrollar una política para orientar la migración laboral. Para dar orientación a la inversión extranjera directa, se debe abordar la cuestión de quién invierte en qué país. El desplazamiento de mano de obra debe incluir protección social transfronteriza. En el caso de lesiones que se produzcan durante el trabajo, se debe establecer la compensación claramente como parte de una política bien estructurada de salud y seguridad en el trabajo”.

En Mauricio, Reeaz Chutto, presidente de la Confederation des Travailleurs des Secteurs Publique et Privé, también afiliado a IndustriALL, recomendó aplicar un cuidadoso enfoque:

“Inevitablemente, con la creación del AfCFTA se dará un nuevo impulso al comercio dentro del continente africano, pero traerá oportunidades y amenazas al mismo tiempo.

“No debemos dejarnos abrumar por la sensación de que al aumentar el comercio, se traerá más prosperidad a la gran mayoría de los africanos en todos los países que firmaron el acuerdo. Solamente el capital, los bienes y los servicios podrán desplazarse libremente de un país a otro, no los seres humanos.

“Falta mucho para que alcancemos los ideales del panafricanismo. El AfCFTA no transformará nuestros sueños en realidad. Se teme que muchas grandes economías africanas se beneficien de manera desproporcionada, mientras que otras no podrán salvar sus industrias nacionales del dumping de bienes importados.

“El AfCFTA no puede existir exclusivamente con el fin de eliminar las barreras comerciales. La razón principal sigue siendo que los países no van a actuar en condiciones de igualdad. Algunas economías más grandes tienen la infraestructura y los recursos para poder producir bienes de buena calidad a un costo de producción más bajo, ya que tienen acceso a las últimas tecnologías digitales. Lamentablemente, otros países no tienen infraestructura adecuada en su territorio para garantizar la conectividad, incluso dentro del país”.

Jane Ragoo, secretaria general de la CTSP, dijo que los acuerdos comerciales deberían responder a las necesidades sociales:

“¿Deberíamos cerrar nuestras fronteras, o deberíamos abrirlas de acuerdo con la oferta y la demanda según lo dicten las fuerzas del mercado? Necesitamos realizar las operaciones comerciales de una manera que ponga en primer lugar a las personas y no la avaricia del sistema capitalista. El comercio no puede ser libre si no se toma en cuenta nuestros contextos sociales, culturales y tradicionales.

“Necesitamos proteger y valorar nuestros productos tradicionales y artesanales. Las exportaciones de alimentos y productos agrícolas deben hacerse solo después de satisfacer la demanda local y los precios deben ser asequibles para todos.

“Es importante centrarse en la conectividad terrestre entre los países africanos para favorecer un sistema de transporte de seres humanos y bienes más ecológico y a precios asequibles. De esta manera se procurará que los pequeños y medianos productores también se beneficien del AfCFTA. Una mejor conectividad entre los países africanos mejorará la migración regular. Además, es importante que el AfCFTA promueva comercio justo, garantizando sustento equitativo para los pequeños agricultores a través de la distribución de ingresos en la cadena de suministro”.

Los sindicatos afirman que la mayoría de los documentos que se firmaron hasta la fecha (el acuerdo que establece el AfCFTA, la Declaración de Kigali y el protocolo para el establecimiento de la comunidad económica africana en relación con la libre circulación de personas, el derecho de residencia y la libertad de establecimiento) deberían incluir los derechos de los trabajadores/ as y el trabajo decente, tales como se establecen en los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), especialmente el Convenio 87 sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación, y el Convenio 98 sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva. La mayoría de los países africanos ratificaron estos convenios, incorporándolos en su legislación laboral nacional.

Aún existe una oportunidad para que se escuche la voz de los sindicatos durante la etapa operativa del AfCFTA, que se lanzó el 7 de julio en la Cumbre de la Unión Africana en Níger, y en las negociaciones sobre futuros protocolos. En la fase operativa, en la que los países desarrollan sus planes de implementación, se pueden incluir temas importantes como el futuro del trabajo e Industria 4.0.

Oil Libya, Port Gentil, Gabón

El plan de acción de IndustriALL sobre commercioe

En la reunión del Comité Ejecutivo realizada en la Ciudad de México en diciembre 2018,  IndustriALL adoptó un plan de acción sobre políticas de comercio internacional y fabricación para ayudar a sus afiliados a tener mayor participación en las conversaciones sobre acuerdos y tratados comerciales multilaterales.