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PERFIL: Sindicalización en el sector textil y de la confección en Etiopía

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21 mayo, 2019En la zona industrial más grande de Etiopía, Hawassa, miles de trabajadoras y trabajadores del sector textil y de la confección declararon una huelga el día 7 de marzo para exigir mejores salarios, condiciones de trabajo seguras, y para que se ponga fin al acoso sexual. Los trabajadores/as no contaban con representación sindical, porque durante los últimos dos años, la administración del parque industrial se ha negado a permitir la realización de labores de sindicalización en esa zona.de pouvoir recruter. 

Sindicato: Industrial Federation of Textile, Leather and Garment Workers Union (IFTLGWU)

Pais: Ethiopia

Texto: Elijah Chiwota

El desarrollo sindical en terreno difícil: Sindicalización en el sector textil y de la confección en Etiopía

Sin embargo, a pesar de la Constitución y la legislación laboral del país que establecen la libertad de asociación, la Federación Industrial de Sindicatos de Trabajadores del Textil, Cuero y Vestuario (IFTLGWU), organización afiliada a IndustriALL Global Union, se ha enfrentado a obstáculos inflexibles al intentar crear sindicatos en Hawassa.

La economía de Etiopía ha crecido rápidamente en los últimos años, de una economía agrícola a un país en vías de industrialización. Ahora cuenta con una de las tasas de crecimiento económico más altas en África subsahariana. Las zonas industriales como Hawassa forman parte del plan del gobierno para crear empleos.

Para atraer inversión, la Comisión de Inversiones de Etiopía promueve salarios bajos y otros incentivos económicos. El gobierno ha establecido el Instituto de Desarrollo de la Industria Textil de Etiopía, construyendo parques industriales en todo el país con el fin de promover la manufactura ligera. El más grande es Hawassa, que potencialmente podrá emplear a más de 60.000 trabajadores/as en turnos dobles. Se anticipa que podrá generar US$ 1.000 millones en exportaciones.

Esta política estatal enfocada en el desarrollo tiene el fin de crear empleos y reducir el desempleo, especialmente entre los jóvenes. Con una población cada vez mayor de más de 105 millones de personas y dos millones de trabajadores/as jóvenes que ingresan al mercado laboral cada año, el país necesita crear más puestos de trabajo.

Los minoristas y marcas mundiales de prendas de vestir han identificado a Etiopía y Kenia como países de donde podrán adquirir productos en los próximos cinco años, principalmente debido al aumento de los costos en aquellos países que tradicionalmente habían fabricado sus mercancías, como China y Vietnam. Las fábricas de los parques industriales abastecen a grandes marcas y minoristas como Adidas, Marks & Spencer, H&M, Primark, JC Penny, Phillips-Van Heusen, Tesco, Inditex, Tchibo, Kik, VF Corporation, Schöffel, Walmart, Ober Mayer, George (Asda), Levi Strauss y Hugo Boss.

Los sindicatos preguntan: ¿quién se beneficia de este modelo de manufactura de bajo costo, que requiere mucha mano de obra no especializada? 

Los trabajadores/as de Etiopía tienen todas las de perder en esta situación. Al negar acceso a los sindicatos, se dan salarios bajos, y se restringen los derechos de los trabajadores/as, incluyendo la salud y seguridad y la negociación colectiva.

La imagen del sector textil y de la confección en Etiopía es la de una mujer joven. Pero en Hawassa, el sindicato no puede hacer campaña por los derechos de las trabajadoras, incluso contra el acoso sexual, por la protección de la maternidad y sobre cuestiones de cuidado infantil. La vivienda es otro problema, ya que muchas mujeres se ven obligadas a compartir una habitación, a veces con más de cuatro colegas

Falta mucho para que estos trabajadores/as gocen de un sueldo vital digno

Un estudio reciente de MyWage, organización que analiza el mercado laboral mundial, y en cuyo estudio participó también la CETU con el apoyo de FNV Mondiaal, concluye que una persona que trabaja en la confección necesita por lo menos 4.130 Birr (US$ 146) al mes para sobrevivir, y los trabajadores/as con familia requieren un salario mayor. Sin embargo, un 92,5% de los trabajadores/as recibe menos del mínimo que se requiere para ganarse la vida, y un 8% menos de US$ 35. La encuesta, en la que fueron entrevistados 1.052 trabajadores y trabajadoras de 52 fábricas, se llevó a cabo en Addis Abeba, Oromia y Hawassa.

Trabajadores/as en la fábrica Ayka Addis, en Addis Abeba. IndustriALL

El salario mínimo y vital es parte fundamental de la campaña que actualmente realiza la IFTLGWU, que cuenta con 55.000 miembros, y es afiliado de la CETU. Con los salarios actuales, la mayoría de los trabajadores/as apenas alcanza a llegar a fin de mes y pueden calificarse como personas que, aunque cuentan con un puesto de trabajo, no pueden sobrevivir con sus salarios. Una economía con bajos salarios implica tener empleos que no cambiarán el nivel de vida de los trabajadores/as, ni terminará con la pobreza.

El gobierno promueve la “armonía industrial”, pero los sindicatos afirman que la armonía sólo se puede lograr a través de un diálogo social que incluya a todos. Para lograr esto, la IFTLGWU está trabajando con la Confederación de Sindicatos de Etiopía (CETU), la Organización Internacional del Trabajo, FNV Mondiaal, la Friedrich Ebert Stiftung, IndustriALL y otras organizaciones solidarias, realizando diversas actividades que incluyen la creación de capacidad sindical para la negociación colectiva con el fin de establecer un diálogo social.

La IFTLGWU utiliza la capacitación en negociación colectiva como parte de su campaña por un salario digno. La capacitación de representantes sindicales en el sector textil y de la confección les permite llevar a sus fábricas la lucha por los derechos de los trabajadores y trabajadoras.

Hacer que se oiga a las mujeres

En este país, los sindicatos representan a solamente una pequeña parte de la fuerza de trabajo. Hay más de 44 millones de trabajadores y trabajadoras en el país, pero solamente un 10% labora en el sector privado y la legislación no permite sindicalización de los trabajadores/as del sector público. Además del bajo nivel de afiliación sindical, las mujeres trabajadoras tienen poca representación en los sindicatos.

Si bien más del 90% de la fuerza de trabajo de las fábricas de textiles y prendas de vestir son mujeres, la dirigencia sindical sigue dominada por los hombres. La IFTLGWU está trabajando para lograr igualdad de género, llevando a cabo talleres de capacitación como parte de esta estrategia.

Workers at Ayka Addis factory, Addis Ababa. IndustriALL

Es una prioridad para la IFTLGWU combatir la explotación de las trabajadoras en las fábricas. Con este fin, apoya a las mujeres en el sector textil y de la confección para que dialoguen con la administración de las empresas. Por ejemplo, con el apoyo de la oficina regional de IndustriALL para África subsahariana y de FNV Mondiaal, IFTLGWU realizó recientemente un taller con el objetivo de aumentar el número de mujeres con cargos de dirigencia en los sindicatos. Asistieron 19 delegadas de sindicatos locales afiliados a la IFTLGWU. 

Una de las participantes, Gelane Senbetu, representante sindical y miembro del consejo de mujeres de Kanoria Textile Factory, Bishoftu, dice que es importante que las mujeres entiendan la legislación laboral y el contexto en que se realiza la negociación colectiva en Etiopía.

“Talleres como estos son importantes ya que se centran en cómo participar activamente en el trabajo sindical, identificando los problemas que tenemos que enfrentar en el lugar de trabajo. Podemos intercambiar opiniones libremente sobre temas clave y controversiales como la negociación colectiva y cómo promover los intereses de la mujer en el lugar de trabajo.

“Estos talleres de capacitación nos han enseñado mucho desde una perspectiva legal y han fortalecido la capacidad de los consejos de mujeres para abordar los problemas propios de las trabajadoras”.

Una política industrial sostenible para el sector textil y de la confección

Según la estrategia del gobierno para lograr crecimiento económico, la principal ventaja competitiva de Etiopía es el bajo costo de la mano de obra. La creación de empleos reducirá la pobreza y el sector usa mano de obra en forma intensiva. Para apoyar la industrialización, el gobierno está desarrollando la infraestructura. Se están construyendo carreteras, renovando y ampliando los aeropuertos y los ferrocarriles, y produciendo energía a bajo costo. Las políticas económicas también tienen como fin mejorar los servicios sociales, incluyendo vivienda, salud y educación.

El Acta en favor del Crecimiento y Oportunidades para África (AGOA) de Estados Unidos ha sido positiva para el sector textil y de prendas de vestir de Etiopía, así como los acuerdos “Todo menos las armas” (EBA) y el acceso a mercados sin aranceles y sin cuotas. Además, existen acuerdos bilaterales con la China y la India para promover el sector.

El gobierno promueve el cultivo del algodón, aunque la producción se mantiene baja. La cadena de valor del algodón a la prenda de vestir incluye el cultivo y la cosecha del algodón, limpieza, hilado, tejido o fabricación de artículos de punto, confección de prendas de vestir, métodos tradicionales de producción usando telares manuales, y el transporte. Esta cadena de valor está dominada por las empresas de confección.

Pero, ¿qué significa para los trabajadores y trabajadoras de las fábricas este enfoque especial que se le da al sector textil y de la confección? ¿Qué significa para la labor de organización sindical? Hasta la fecha, no se han visto los beneficios que se esperaban, incluyendo la transferencia de habilidades y tecnología. Los sindicatos están preocupados porque el país puede cometer los mismos errores de otras economías con bajos salarios, lo que podría socavar a los sindicatos con el fin de mantener bajos los salarios.

Por su parte, Mesfin Adenew, presidente de la IFTLGWU, afirmó: 

“Aumentar la membresía es un problema que tratamos diariamente. Seguiremos con esta labor, no obstante la presión de empleadores hostiles e instituciones estatales que nos niegan acceso a fábricas y parques industriales. Habiendo una cantidad tan grande de trabajadoras y trabajadores no sindicalizados, existe mucho potencial para el trabajo de sindicalización. Estamos trabajando con los compañeros locales e internacionales para superar los desafíos que enfrentamos”.