16 enero, 2008La policía y el ejército atacan a los trabajadores en huelga en Cananea que luchan por mejores sueldos y condiciones de salud y seguridad.
MEXICO: Miembros del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSRM) abandonaron el trabajo hoy denunciando el reciente ataque del Gobierno a los trabajadores de la mayor mina de cobre de México, Cananea, en el estado septentrional de Sonora.
El 11 de enero, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) de México falló que la huelga de Cananea era ilegal, y ordenó a los trabajadores que volvieran al trabajo en un plazo de 24 horas o podrían ser despedidos. Según se informa, poco después del fallo se convocó inmediatamente a 700 efectivos de las fuerzas de seguridad estatales y federales para expulsar a los mineros de las entradas a la mina. La policía y las tropas del ejército abrieron fuego contra los trabajadores, utilizando gases lacrimógenos y balas de goma. Entre 20 y 40 mineros resultaron heridos y otros varios fueron detenidos.
El día siguiente, un tribunal pronunció un requerimiento provisional a favor del sindicato y en contra del dictamen te la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, permitiendo a los trabajadores continuar en huelga sin la amenaza de ser despedidos mientras un juez considera la apelación. El SNTMMSRM predice que el juez puede tardar unas seis semanas en tomar una decisión.
Unos 1.500 trabajadores de Cananea están en huelga desde el 30 de julio de 2007, debido a los bajos sueldos y las horrorosas condiciones de salud y seguridad en la mina propiedad de Grupo México. La compañía no ha corregido las peligrosas condiciones, a pesar de que en dos investigaciones se han citado más de 70 riesgos para la salud y la seguridad, que pueden provocar la muerte.
En octubre de 2007, la Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas envió una misión de investigación a Cananea, para entrevistar a los huelguistas y transmitir su solidaridad. Los mineros informaron de que la ventilación era deficiente, las salidas de emergencia estaban bloqueadas, y había equipo deteriorado. Los trabajadores adujeron que en la mina de Cananea podía suceder en cualquier momento lo mismo que en la mina de Pasta de Conchos, haciendo referencia a otra mina propiedad de Grupo México en la que se ignoraron las violaciones sobre salud y seguridad, como consecuencia de lo cual resultaron muertos 65 mineros.
El sindicato pide al Gobierno que deje de injerirse en la huelga y retirar los 600 policías y militares que hacen guardia en la mina. Grupo México ofrece una prima de 15.000 pesos (1.375 USD) a los trabajadores que abandonen el piquete y regresen a la mina en un plazo de 72 horas.
"La utilización de las fuerzas de policía y militares por el Gobierno para romper una huelga está claramente en contradicción con los derechos constitucionales y los derechos internacionales de los trabajadores mexicanos", dijo Marcello Malentacchi, secretario general de la FITIM. "Es simplemente una prueba más de la negativa del Gobierno mexicano a permitir que los sindicatos autónomos funcionen independiente y libremente en México."