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Los trabajadores de Kiryung realizan una marcha revolucionaria antes de volver al trabajo

11 febrero, 2012Tras una lucha de cinco años por la readmisión, los trabajadores triunfantes de Kiryung Electronics marchan desde "Seúl hasta Ssangyong Motor", haciendo 16 paradas a lo largo del camino para mostrar su solidaridad con trabajadores en establecimientos en lucha antes de volver al taller el 1 de mayo de 2012.

COREA: Trabajadores de Kiryung Electronics, un grupo de formidables trabajadores por contrato, la mayoría de ellos mujeres, que se enfrentaron a una compañía y a la plena fuerza del Estado después de ser despedidos por tratar de unirse al Sindicato Coreano de Trabajadores Metalúrgicos, figuran entre los 50 sindicalistas que emprendieron una fatigosa marcha de 67 kilómetros, desde Seúl hasta Pyeongtaek , parando en 16 lugares a lo largo del camino para apoyar a trabajadores que luchan por derechos laborales fundamentales.

La marcha es un resultado del recorrido del Autobús de la Esperanza del pasado año, que había agrupado a sindicatos y simpatizantes de la sociedad civil, ampliando el debate sobre el trabajo precario.
 
El 1 de noviembre de 2010 se alcanzó un acuerdo entre Kiryung Electronics y los trabajadores. La compañía prometió contratar a los 10 miembros sindicales restantes en huelga con empleo permanente, lo que supone una primicia en la historia coreana, al aceptar un empleador contratar directamente con carácter permanente a trabajadores irregulares despedidos. Sin embargo, los trabajadores hubieron de esperar hasta el 1 de mayo para volver al taller.
Siguen en su empeño.

Tras un trayecto en tren de 30 minutos fuera de Seúl, una muchedumbre de 50 sindicalistas y activistas se reunió para una vigilia a la luz de las velas, una parada en la marcha de 13 días que culminará en un acto "OCUPAR SSANGYONG", el 11 de febrero. Los trabajadores de Ssangyong Motor han luchado por la readmisión desde que la compañía incumplió un acuerdo en agosto de 2009. La sangrienta batalla conmocionó al mundo y dio lugar a la intervención de Amnistía Internacional, de grupos de derechos humanos y laborales y de la Organización Internacional del Trabajo.

"En nombre de la Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas y de los 25 millones de trabajadores metalúrgicos a los que representamos, me siento muy orgullosa de estar aquí con sindicalistas tan fuertes y revolucionarios", dijo a la muchedumbre Kristyne Peter, de la FITIM. "¡Los trabajadores metalúrgicos coreanos tienen un orgulloso historial en la FITIM, y mis compañeras de Kiryung nos han inspirado a todos en el mundo entero. Su lucha, su coraje y su indomable espíritu nos han enseñado que podemos ir un día más allá que la compañía, podemos perseverar, y podemos ganar!"

Poco antes de la manifestación, en un restaurante próximo, el ambiente era jovial y festivo con los trabajadores de Kiryung. "Fuimos a todas las sedes de las principales compañías de Seúl", dijo un So-yeon Kim mofletudo, que en el momento álgido de la lucha era un esqueleto andante, tras una huelga de hambre de 94 días que acabó en la hospitalización.
 
Las mujeres dedican su tiempo antes de volver a Kiryung a solidarizarse con las luchas de otros trabajadores. Cuando se les preguntó si podrían encontrar la planta en funcionamiento después de tanto tiempo, Kim respondió: "por eso es por lo que estamos luchando".