2 mayo, 2012
Por la noche del viernes pasado, 27 de abril, fue asesinado Daniel Aguirre Piedrahita, Secretario General de SINALCORTEROS, el Sindicato Nacional de Trabajadores Corteros de Caña de Colombia, mientras acompañaba a su esposa, Helena, para hacer una llamada telefónica en el barrio de Casilda, municipalidad de Florida, en el departamento de Valle del Cauca, en Colombia centro occidental.
El destacado dirigente sindical colombiano recibió dos disparos en la cabeza, a sólo 70 metros de su casa. En un comunicado, SINALCORTEROS señaló que este asesinato a sangre fría se produce en un contexto continuo de violencia e intolerancia de la labor sindical en Colombia. Se instó a los miembros y activistas de no permitir que esta "reprobable acción de violencia vaya a torpedear nuestro sindicato ", desbaratando nuestras actividades, por el contrario “reafirmemos nuestro accionar y los criterios de nuestra misión sindical."
El gobierno de Colombia publicó un comunicado a principios de esta semana, en el que denunció como inaceptable el asesinato. David Luna Sánchez, Viceministro de Trabajo, dijo que el ministerio apoya el llamamiento del Director de la Unidad de Protección del Ministerio del Interior para que se lleve a cabo una investigación que determine si el asesinato estaba relacionado con la actividad sindical.
Aguirre, de 35 años, era un activo dirigente de los cortadores de caña de azúcar y de su lucha para reventar las cadenas de la servidumbre que aplican los empresarios azucareros, que consideran que estos trabajadores son contratistas autónomos independientes.
En 2005, jugó un papel decisivo en la creación, por vía de huelgas, de SINALCORTEROS, ahora filial de la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación y Agrícolas (UITA). También encabezó huelgas de 18.000 cortadores de caña de azúcar en 2008, tanto en el departamento de Valle del Cauca como en Cauca, que dos años más tarde, dieron lugar a convenios colectivos, pactos laborales que él había introducido, que ponían las bases para que, en parte, la sindicalización fuera menos engorrosa.
Más recientemente, el compañero Aguirre, cobardemente asesinado, había estado abogando para que se revisen los estatutos laborales de Colombia para que cumplan con las normas de la OIT, y se oponía vigorosamente al Tratado de Libre Comercio con los EE.UU., que a su juicio produciría la explotación de los trabajadores y del producto que cosechan.
Daniel Aguirre se convierte en el séptimo sindicalista colombiano asesinado este año, y el 61° desde que el Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, asumió el cargo en agosto de 2010. Le sobreviven su esposa y tres hijas, de 14, 10 y 4 años.
Se puede ver aquí una carta de condolencia de la UITA, dirigida a Alfonso Viafara, Presidente de SINALCORTEROS.