22 febrero, 2012
Schlumberger, la mayor empresa de servicios petroleros del mundo, ha recurrido a todos los medios para tratar de defender las medidas tomadas por la administración local en Egipto, que despidió a todos los dirigentes de un nuevo sindicato que se está formando. La ICEM, e IndustriEnergi (IE), organización afiliada de noruega, han presionado a los directores administrativos para que intervengan para corregir esta inaceptable violación de los derechos sindicales en Egipto.
Schlumberger emplea a casi 2.500 trabajadores en Egipto, de los cuales un 40% son trabajadores de empresas subcontratistas en los 10 lugares de trabajo de la empresa en ese país.
En abril de 2011, se inició el proceso para establecer un sindicato independiente a nivel de la empresa en Schlumberger Egypt, como parte de la Federación Egipcia de Sindicatos Independientes (EFITU), central sindical que se estableció en los últimos días del régimen de Mubarak. Durante el mes de mayo de 2011, se recogieron las firmas y documentos que se exigen para completar el proceso legal de creación de un sindicato.
El 11 de mayo, se informó a la administración local de la empresa sobre la nueva estructura sindical, y en esa oportunidad la administración respondió con amenazas que dieron por resultado el despido del Secretario General, Mohamed AbdElrahman. El 3 de julio, día del Congreso General del sindicato, la administración local despidió al Presidente del sindicato, el Cro. Essam. El 5 de julio, la administración local convocó a los miembros del sindicato a la oficina central, amenazando con despedirlos si no se desafiliaban del sindicato. Luego, el 7 de julio, la administración local hizo efectiva una amenaza anterior, despidiendo al Secretario General Adjunto del sindicato, Ayman AbdElmonem.
Jim Catterson de la ICEM, con el Cro Essam, Presidente del sindicato (a la izq.), que fuera despedido
A AbdElmonem no le dieron ninguna explicación del porqué, ni carta de despido: simplemente le impidieron entrar al lugar de trabajo. El 12 de julio, el Sr. Hossam Al-deed Mostaza, otro miembro del sindicato, fue despedido en circunstancias similares, nuevamente sin previo aviso escrito de despido.
Según la legislación de Egipto, los trabajadores pueden ser destituidos de su empleo solamente después de un debido proceso legal y una decisión judicial. Ni siquiera pueden iniciarse los procedimientos de la corte si no existe motivo grave que los justifique. No se admiten decisiones arbitrarias y unilaterales como éstas. Cuatro trabajadores despedidos ya llevan varios meses sin ingresos.
En una carta dirigida a Schlumberger, Manfred Warda, Secretario General de la ICEM, señaló lo siguiente: "Les escribo para solicitar que intervengan inmediatamente para remediar las espantosas violaciones de los derechos laborales en las operaciones de Schlumberger en Egipto. En un feroz ataque contra los derechos de los trabajadores de sindicalización y negociación colectiva, con el fin de desmantelar, en forma ilegal, al sindicato de los empleados de Schlumberger, se ha despedido a los dirigentes de esa nueva organización.”
Haga oír su protesta, escribiendo al Presidente de Schlumberger, Andrew Gould, al Director General Paal Kibsgaard, y al Director en el Área de Egipto, AmrEssawy, haciendo clic aquí.
Respondiendo a las quejas de la ICEM y de la IE, Schlumberger ha investigado los despidos en cuestión. La ICEM seguirá vigilando de cerca la situación y, si la empresa no toma medidas positivas muy pronto, va a implementar la siguiente etapa de la campaña con los clientes de Schlumberger, las multinacionales del gas y petróleo que utilizan los servicios de esa empresa.
La IE de Noruega representa a los empleados de Schlumberger, y, en los últimos diez días, estos trabajadores han protestado ante la dirección nacional en Noruega y ante los administradores locales de la empresa. Los delegados sindicales de los sindicatos de trabajadores de Schlumberger en Noruega se están reuniendo hoy con la ICEM.
El 18 de febrero, activistas egipcios realizaron un piquete en la sede de Schlumberger en París, y se reunieron con el gerente de Schlumberger en Francia, de quien lograron su intervención en este impasse.