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20 noviembre, 2025Un trágico derrumbe de un puente en la mina artesanal de cobre y cobalto de Kalando, en Mulondo, provincia de Lualaba, el 15 de noviembre de 2025, se cobró la vida de al menos 50 personas y dejó decenas de heridos y desaparecidos. Se trata de un doloroso recordatorio de los riesgos mortales y las condiciones peligrosas a los que se enfrentan los mineros artesanales y en pequeña escala (MAPE) en la República Democrática del Congo (RDC).
Según los sindicatos afiliados a IndustriALL en la República Democrática del Congo, este desastre evitable fue provocado por la violencia excesiva de las fuerzas de seguridad, que incluyó el uso de munición real, lo que dio lugar a una estampida después de que las fuertes lluvias inundaran el lugar. En su intento por escapar, más de 10.000 mineros artesanales se vieron obligados a cruzar un puente improvisado, lo que provocó su derrumbe. Los sindicatos afirmaron que el derrumbe del puente pone de manifiesto las deficiencias sistémicas en la supervisión de la salud y la seguridad que siguen afectando al sector de la MAPE en el país centroafricano.
“La magnitud de esta pérdida, agravada por la supuesta construcción insegura de un puente improvisado sobre una zanja inundada, exige medidas inmediatas y exhaustivas. Instamos al Gobierno de la RDC a que inicie una investigación urgente y transparente para determinar la causa fundamental de esta catástrofe y garantizar que los responsables rindan cuentas”,
declaró Mpho Phakedi, secretario general del Sindicato Nacional de Mineros (NUM).
El sector minero de la República Democrática del Congo, que produce más del 70 % del cobalto mundial, depende en gran medida de la MAPE, que emplea directamente a entre 1,5 y 2 millones de trabajadores y da sustento a muchos más a través de cadenas de suministro informales. Sin embargo, estos mineros trabajan en yacimientos no regulados y propensos a deslizamientos de tierra, inundaciones y fallos estructurales, con equipos de protección personal inadecuados o inexistentes y con una fiscalización debilitada por la corrupción, los conflictos y la desesperación económica causada por la pobreza.
No obstante, los sindicatos afirmaron que el incidente de Mulondo no es un caso aislado, ya que catástrofes similares han causado la muerte de cientos de personas en los últimos años. Esto pone de relieve una crisis que exige una reforma transformadora inmediata de las políticas por parte del Gobierno.
“Instamos urgentemente al Gobierno de la RDC a que ratifique el Convenio sobre seguridad y salud en las minas de 1995 (C176) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) como medida correctiva”, declaró Didier Okonda, secretario general del sindicato Travailleurs Unis des Mines, Metallurgies, Energie, Chimie et Industries Connexes (TUMEC). El Convenio 176, que la RDC aún no ha ratificado a pesar de las campañas realizadas por los sindicatos, establece normas vinculantes para la evaluación de riesgos, la preparación para emergencias, la capacitación de los trabajadores y los regímenes de inspección en las operaciones mineras.
La ratificación obligaría a crear una autoridad nacional de seguridad minera, inspecciones obligatorias de las instalaciones y mecanismos de consulta a la comunidad, medidas esenciales para evitar tragedias como la de Mulondo en el futuro. Igualmente importante es la formalización de la MAPE para romper el ciclo de informalidad que genera vulnerabilidad, recomendaron los sindicatos. La Recomendación de la OIT sobre la transición de la economía informal a la formal de 2015 (núm. 204) ofrece una hoja de ruta para este cambio.
En la RDC, donde sindicatos como la Confédération Syndicale du Congo (CSC) y otros afiliados a IndustriALL ya están abogando por el seguimiento de la norma, su plena aplicación podría agilizar la concesión de licencias, facilitar el acceso al crédito y a los mercados e integrar a los mineros en los sistemas de protección social. Los sindicatos están presionando al Gobierno para que convoque un diálogo tripartito nacional en el que participen mineros, empresarios y la sociedad civil con el fin de poner en práctica la R204, centrándose en las cooperativas de MAPE para programas piloto de formalización e invirtiendo en infraestructuras como puentes seguros y obras de contención en lugares de alto riesgo.
Como parte de las recomendaciones formuladas en una mesa redonda sobre la cadena de suministro de baterías celebrada en Kolwezi en octubre, en la que participaron afiliados de IndustriALL, se creará un foro de diligencia debida en materia de derechos humanos para proteger a los trabajadores de los sectores formal y de la MAPE. Además, el foro apoyará la aplicación de la diligencia debida en la cadena de suministro en el marco de directrices como las de la OCDE.
“Un enfoque de diligencia debida en materia de derechos humanos garantiza que lo que ocurrió en Mulondo no vuelva a suceder nunca más. Los derechos y la dignidad de los mineros artesanales deben ser respetados y protegidos por las leyes y reglamentos”,
declaró Glen Mpufane, director de minería de IndustriALL.
“Lo que ocurrió en la RDC es un claro ejemplo de lo peligroso que es el trabajo minero en todo el mundo. Los minerales críticos son de gran importancia a nivel mundial, especialmente para la descarbonización de la economía global, y las condiciones de trabajo de los mineros deben mejorarse a través de la diligencia debida en materia de derechos humanos. Mientras lamentamos la muerte de nuestros compañeros, exigimos al Gobierno que rinda cuentas para evitar más muertes y poner fin a las condiciones peligrosas para los mineros”,
afirmó Kemal Özkan, secretario general adjunto.
Fotografía: Shutterstock
