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¿De qué sirve la diligencia debida sin las personas a las que debe proteger?

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22 mayo, 2025En la economía mundial actual, las violaciones de los derechos de los trabajadores se han convertido en algo sistémico. A lo largo de extensas cadenas de suministro, desde las fábricas textiles en el Sudeste Asiático hasta las minas de minerales críticos en África y las plantas automotrices en Europa del Este, los trabajadores y trabajadoras enfrentan amenazas crecientes a su seguridad, sus medios de vida y su derecho a sindicalizarse. Estas infracciones no son accidentales. Son síntomas de un modelo global que, durante demasiado tiempo, ha priorizado las ganancias sobre las personas.

Por Kemal Özkan, secretario general adjunto de IndustriALL

A medida que aumentan las prácticas autoritarias y se erosionan los derechos democráticos, la diligencia debida en materia de derechos humanos (DDDH) se perfila como una herramienta vital, quizás la más poderosa de las que disponemos, para invertir esa tendencia.

En IndustriALL, creemos que la DDDH, junto con los Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, tiene el potencial de transformar la responsabilidad corporativa. Sin embargo, para que eso suceda, los trabajadores y trabajadoras, así como sus sindicatos, deben participar plenamente en las negociaciones, no quedarse mirando desde fuera.

¿Por qué DDDH, por qué ahora?

La creciente ola de legislaciones nacionales e internacionales sobre DDDH, desde países como Alemania y Francia hasta la Unión Europea (UE), refleja un cambio importante, aunque lamentablemente hay algunos indicios de retroceso. Es una señal de que los códigos de conducta voluntarios han fracasado. Han perdido credibilidad porque se han utilizado como pantalla para encubrir prácticas habituales que siguen explotando a la gente con impunidad.

La DDDH ofrece algo diferente: un marco jurídicamente vinculante que responsabiliza a las empresas de todo el ciclo de vida de sus operaciones, desde el abastecimiento hasta la entrega, tanto en las fases iniciales como en las finales.

Pero la DDDH es más que un avance normativo. Para nosotros, es una oportunidad concreta para defender y promover los derechos de los trabajadores allí donde están más amenazados.

En muchos países, especialmente en el sur global, las leyes nacionales no protegen a los trabajadores y trabajadoras contra los abusos. La legislación sobre DDDH nos da pie para exigir el cumplimiento de las normas internacionales del trabajo y combatir la represión. De esta manera, ayuda a defender no solo a los trabajadores, sino los principios mismos de la democracia y la justicia social.

Los riesgos a los que nos enfrentamos

En Europa, el impulso legislativo que dio lugar a la DDDH se está enfrentando a una reacción adversa. La propuesta Ómnibus de la Comisión Europea es un ejemplo de ello, un retroceso disfrazado de “simplificación”, que da prioridad a las ganancias sobre los derechos humanos y la protección del medioambiente. Los sindicatos fueron excluidos del proceso de consulta y no se realizó ninguna evaluación de impacto. Esto es inaceptable.

Las empresas también están dando marcha atrás. Ante el aumento de los costos y la incertidumbre en la economía mundial, agravados por los aranceles y los cambios en las políticas comerciales, las empresas están buscando formas de reducir el riesgo. Pero en lugar de reforzar las prácticas éticas, muchas están respondiendo con el traslado de las cadenas de suministro a países con legislaciones laborales más laxas. Algunas incluso cuestionan su capacidad para cumplir los requisitos de transparencia y argumentan que la presión económica hace que la diligencia debida sea “poco realista”.

No podemos aceptar estas excusas. La DDDH no es un lujo para las épocas de bonanza, sino una exigencia justamente para los tiempos difíciles.

El efecto de los aranceles

Los nuevos aranceles sobre bienes como el acero, los vehículos eléctricos y la tecnología ecológica ya están perturbando el comercio mundial. A medida que las empresas se apresuran por mantener sus márgenes y ajustar sus estrategias de abastecimiento, tememos que recorten gastos en la protección de los derechos. En su prisa por diversificarse, es posible que muchas trasladen la producción a lugares con marcos normativos más débiles, ignorando los controles básicos sobre las condiciones laborales y el impacto medioambiental.

Esta es una amenaza directa a la credibilidad de la DDDH. Cuanto más opaca se vuelva la cadena de suministro, más difícil será supervisar y hacer cumplir las normas de derechos humanos. No debemos permitir que las presiones económicas o geopolíticas se conviertan en las lagunas que deshagan los compromisos con respecto a la DDDH.

Qué tiene que pasar

Para que la DDDH sea realmente eficaz, hay una condición innegociable: la plena participación de los sindicatos.

Son los trabajadores y las trabajadoras quienes sufren las violaciones de derechos. También son los que mejor saben dónde están los riesgos y cómo solucionarlos. La DDDH debe basarse en el diálogo social y las relaciones laborales. Cualquier otra cosa es pura fachada.

En IndustriALL, nuestra estrategia de DDDH se basa en tres pilares:

  1. Promoción y campañas en favor de un entorno jurídico sólido que exija la diligencia debida y aplique sanciones en caso de incumplimiento.
  2. Herramientas y mecanismos de implementación, que incluyen los Acuerdos Marco Globales y los modelos sectoriales innovadores como la iniciativa ACT y el Acuerdo sobre seguridad en la construcción de edificios y de instalaciones de sistemas contra incendios.
  3. Sensibilización y desarrollo de capacidades para educar y empoderar a los trabajadores y trabajadoras de todos los sectores y regiones, así como a sus sindicatos, para que participen activamente en los procesos de DDDH.

No estamos empezando desde cero. Desde la ampliación del Acuerdo Internacional a Pakistán, pasando por el papel de la ACT en la mejora de los salarios en la industria textil, hasta los avances logrados en todo el sector en Camboya, nuestro movimiento ya está dando forma a lo que debe ser una diligencia debida adecuada. El siguiente paso es garantizar que estos éxitos se conviertan en la norma, no en la excepción.

Un mensaje para nuestro movimiento

Ningún enfoque de DDDH puede ser creíble sin los sindicatos. Debemos participar en las fases de formulación de la legislación, así como en su aplicación y en la supervisión diaria de su cumplimiento.

No podemos dejar pasar este momento. Si se implementa correctamente, la DDDH no solo mejorará las condiciones de los trabajadores y trabajadoras en las cadenas de suministro, también ayudará a reconstruir la confianza, fortalecer la democracia y sentar las bases para una economía global más justa.

La producción internacional a través de las cadenas de suministro presenta enormes desafíos. Sin embargo, la DDDH es fundamental para gestionarlos y garantizar el respeto de los derechos fundamentales. Para IndustriALL, no es solo un aspecto más de nuestra estrategia. Es el futuro.