9 mayo, 2022La mayoría de los trabajadores del sector son mujeres con trabajos mal remunerados. IndustriALL da comienzo al tercer y último capítulo de la investigación sobre la violencia de género y el acoso con un resumen de los resultados del sector de la confección. Las mujeres de dicho sector informan que la presencia sindical en el lugar de trabajo marca una diferencia en la lucha contra la violencia de género.
Se calcula que el 80% de los trabajadores del sector textil y de la confección son mujeres que realizan principalmente trabajos mecanizados y de costura peor pagados. A menudo se las despide cuando quedan embarazadas o si denuncian acoso sexual.
Las dirigentes sindicales femeninas entrevistadas informaron sobre casos de acoso y abuso sexual generalizados en sus fábricas por parte de supervisores, gerentes y técnicos en máquinas masculinos. Las trabajadoras se enfrentan regularmente a incidentes de tocamientos inapropiados, gestos sexualizados, abuso verbal y solicitudes de favores sexuales.
“Muchas veces si quieres que te prolonguen el contrato el supervisor te pide favores sexuales, es difícil que las mujeres digan que no ya que quieren mantener su trabajo... Cuando la máquina tiene una avería y el técnico viene y las toca, las mujeres no pueden decir que no ya que quieren que se repare la máquina para hacer su trabajo y aceptan estos abusos”,
señala una representante sindical en Indonesia.
Existe un fuerte vínculo entre el aumento de los riesgos de violencia de género cuando las trabajadoras se encuentran en una situación de inseguridad laboral debido a contratos a corto plazo, malas condiciones de trabajo, falta de salarios dignos, falta de protección social y no se les permite sindicarse y negociar contratos colectivos. Las primas de productividad inalcanzables y los sistemas de trabajo a destajo injustos aumentan la vulnerabilidad de las mujeres a la violencia y al acoso.
Los salarios dignos, el trabajo decente y el fin del trabajo precario desempeñan un papel crucial para acabar con la violencia de género en el sector textil y de la confección. Además, las estrategias para aliviar la presión de la producción y garantizar que las mujeres no se vean obligadas a trabajar horas extras son fundamentales para acabar con la violencia de género.
Cuando se carece de sistemas eficaces para denunciar la violencia y el acoso e impera una cultura del silencio, de impunidad y culpabilización de las víctimas, el número de denuncias es más bajo.
“He sido objeto [de violencia sexual] en el ascensor del trabajo; cuando presenté una queja fui despedida por el jefe de división, cuando me quejé a la administración no hicieron nada. Luego realicé una denuncia ante los tribunales y estoy esperando que todo esto se resuelva... Tengo problemas físicos, dolores musculares y en las piernas, además de problemas psicológicos”,
afirma una representante sindical de Marruecos.
Muchas de las mujeres entrevistadas hablaron del impacto positivo de un sindicato; algunas mujeres vieron cambios significativos después de la formación del sindicato en la fábrica. Muchos sindicatos han dado máxima prioridad a la formación y la sensibilización en materia de violencia de género, y a las negociaciones y los acuerdos sobre esta cuestión en el lugar de trabajo. La presencia de mujeres en puestos de liderazgo sindical tiene un impacto decisivo.
Las entrevistas pusieron también de manifiesto la importancia de los sistemas de denuncia confidenciales que merecen la confianza de las mujeres y de representantes sindicales capaces de denunciar incidentes de forma anónima en nombre de un/a trabajador/a.
Otras recomendaciones de las líderes femeninas entrevistadas son:
- Formación y sensibilización de todos los trabajadores y máximos líderes sindicales, los directivos y gerentes de línea sobre la violencia de género y los mecanismos de denuncia
- Más capacitación y asesoramiento en materia de negociación colectiva con perspectiva de género
- Integración de las cuestiones de violencia de género en la salud y seguridad en el trabajo y desarrollo de procesos de evaluación de riesgos con perspectiva de género
- Sensibilización y formación de los líderes sindicales, representantes sindicales y directivos en materia de violencia doméstica
- Aumentar la concienciación y las estrategias de inclusión y reconocimiento de los derechos de los trabajadores LGBTQ
La directora del sector textil y de la confección de IndustriALL, Christina Hajagos-Clausen, declara:
“Sabemos que la violencia de género en el lugar de trabajo existe y es inaceptable. Esta investigación muestra la importancia de la participación de los sindicatos a la hora de abordar el problema y encontrar soluciones”.
Para este capítulo se realizaron entrevistas individuales y grupales a 26 líderes y representantes sindicales femeninas en El Salvador (FEASIES), Indonesia (GARTEKS y SPN), Lesotho (IDU) y Turquía (Deriteks, DISK/TEKSTIL, Öz Iplik-Is y TEKSIF). El capítulo también hace referencia a algunas de las conclusiones de una investigación paralela en la que participaron 27 líderes sindicales femeninas de Bangladés (SGSF, BGIW e IBC) y Marruecos (SNTHC-CDT, UMT).
Photo: Female workers Bangladesh, ©ILO