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Fortalecer la protección social para los trabajadores de la confección

2 junio, 2022La pandemia de COVID-19 dejó a millones de trabajadores de la confección en todo el mundo sin trabajo ni ingresos, lo que puso de manifiesto el entorno laboral precario al que se han enfrentado durante décadas. El sector de la confección necesita un cambio urgente, y esto incluye la protección social para sus trabajadores.

El 31 de mayo, IndustriALL y el New Conversation Project del Instituto de Relaciones Laborales e Industriales (IRL School) de la Universidad de Cornell organizaron un seminario web con motivo de la publicación del reciente informe “Seguridad para los trabajadores de la confección: modelos alternativos”. El documento, encargado con el fin de analizar los esfuerzos realizados en el pasado y los posibles modelos para fortalecer la protección social en el sector de la confección y el calzado a nivel mundial, describe los enfoques existentes que han intentado proporcionar a los trabajadores de este rubro algún grado de seguridad de ingresos, así como los utiliza para definir los elementos necesarios para avanzar en el desarrollo de sistemas sostenibles de protección social.

El director ejecutivo del New Conversation Project de la ILR School, Jason Judd, expresó:

“La COVID fue una prueba de la capacidad de los sistemas privados, dirigidos por las marcas de moda, y los públicos, construidos por los gobiernos nacionales, para proteger a los trabajadores de la industria mundial de la confección. La mayoría dejaron mucho que desear”.

Después de analizar diversos sistemas, incluidos los fondos creados después de tragedias, como el del accidente del Rana Plaza, así como uno establecido para dar respuesta a la COVID-19, el documento destaca que un ejemplo que coincide con los objetivos de una protección social mundial sería instaurar un modelo similar al del Foro Internacional de Negociación. El Foro, creado en 1999, es un marco de negociación colectiva para toda la industria suscrito entre el sindicato mundial de la gente de mar, la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte —que ahora representa a casi 150.000 marinos— y un consorcio de armadores europeos y empresas de gestión de buques.

“De todos los acuerdos y mecanismos revisados anteriormente, consideramos que es el más sólido: es específico y vinculante, cubre múltiples países y tiene un alcance mundial, incluye financiación por parte de la industria para su aplicación independiente y el bienestar laboral, y tiene una estructura de gobernanza arraigada en la negociación colectiva. Todos estos elementos podrían figurar en un acuerdo mundial de protección social, comenzando con su forma: un acuerdo de negociación colectiva trasnacional entre sindicatos como IndustriALL y sus afiliados, compradores y proveedores”.

“El modelo actual de cadena de suministro se basa en la mano de obra barata y evita la responsabilidad; lo que traslada la producción a países sin derechos laborales y con poca protección social. Sin protección social, las sociedades se desmoronan. La protección social es un problema público, pero hasta que sea una realidad, tenemos que construir un sistema con incentivos para presionar a los gobiernos y las empresas en los países donde operan”,

expresó Atle Høie, el secretario general de IndustriALL.
 
En el informe se formulan las siguientes recomendaciones:

  • Establecer un fondo de indemnización mundial con dinero proporcionado como resultado de un acuerdo entre federaciones sindicales internacionales y marcas mundiales.
  • Establecer un órgano rector mundial para sindicatos, proveedores y marcas de moda con una pequeña cantidad de asientos (de votación u observación) reservados para los gobiernos nacionales, un representante de una institución financiera internacional y miembros de ONG que trabajen en la esfera de la cadena de suministro de prendas de vestir.
  • Instalar organismos a nivel nacional para controlar el proceso de implementación y mejora de los sistemas nacionales de seguridad social, capacitar a los trabajadores sobre el fondo y su propósito y, potencialmente, desempeñar un papel en la asignación de fondos a nivel nacional.
  • Instalar una “función de inspección” que permita que los participantes sindicales en docenas de países, apoyados por el fondo mundial, verifiquen el cumplimiento de los términos del acuerdo.

Foto: Evaluación de una fábrica en Camboya, ©OIT