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La salud y la seguridad en el trabajo debe convertirse en un derecho fundamental de la OIT

27 abril, 2021El 28 de abril es un día para recordar y rendir homenaje a los trabajadores que resultaron heridos o murieron en el transcurso de su trabajo. Este año, esta fecha se conmemora en el contexto de la COVID-19, que ha expuesto la fragilidad del sistema mundial de salud y seguridad laboral actual al ser los lugares de trabajo verdaderos focos de transmisión del virus.

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Ha quedado demostrado que el objetivo de alcanzar la meta de cero accidentes graves o fatales, así como cero lesiones, enfermedades y daños relacionados con el trabajo, no es más que un espejismo. Los empleadores siguen incumpliendo su deber de diligencia respecto de las personas a su cargo. Los sistemas actuales de salud y de seguridad a nivel mundial siguen fallándole a los trabajadores en relación con lo que la OIT denomina la “enorme carga de las malas condiciones de trabajo”. Estos son los resultados de esta carga:

  • cada 15 segundos, un trabajador muere por un accidente o enfermedad relacionada con el trabajo;
  • cada día, 7600 trabajadores mueren a causa de enfermedades o accidentes laborales;
  • cada semana, 5000 personas mueren de cáncer o enfermedades pulmonares asociadas a la exposición al asbesto.

El costo social y económico de las malas condiciones de trabajo es enorme:

  • El costo humano, que comprende el dolor y el sufrimiento provocado por las lesiones o enfermedades, el sufrimiento causado a la familia y las personas dependientes, el vacío y la pérdida emocional de los allegados, etc.;
  • pérdidas en la producción;
  • gastos médicos;
  • indemnización por salarios no cobrados;
  • alteración de la producción;
  • gastos administrativos y legales relacionados con acciones judiciales por negligencia y posibles multas o encarcelamiento.

Debido al incumplimiento del deber de diligencia por parte de los empleadores, así como a los costos impresionantes que esto conlleva, es momento de reconocer a la salud y la seguridad como un derecho fundamental en el trabajo.

Mientras nos preparamos para conmemorar y hacer un minuto de silencio el 28 de abril, el movimiento sindical mundial exhorta a cuestionar radicalmente el enfoque desinteresado que se le suele dar a la gestión de la salud y la seguridad laboral. Se debe reconocer y hacer de la salud y la seguridad un derecho fundamental en el trabajo.

IndustriALL Global Union se suma a la convocatoria realizada con motivo de la Declaración del Centenario de la OIT para el Futuro del Trabajo de 2019, que expresa que “las condiciones de trabajo seguras y saludables son fundamentales para un trabajo decente”. En la resolución de la Conferencia, aprobada posteriormente, se pidió al Consejo de Administración que “considerara, lo antes posible, propuestas para incluir condiciones de trabajo seguras y saludables en el marco de los principios y derechos fundamentales en el trabajo de la OIT”, tal como lo hacen los ocho convenios fundamentales de este organismo.

Este 28 de abril, recordamos a las víctimas de los siguientes homicidios industriales y sus familias:
•    El colapso del Rana Plaza en 2013
•    La ruptura de la presa de residuos de Brumadinho en 2019
•    La interminable masacre en las minas de Pakistán