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Miembros del sindicato IAM ratifican el nuevo contrato de Boeing después de 15 semanas de huelga

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21 noviembre, 2025Los trabajadores del distrito 837 del IAM en San Luis, Estados Unidos, han ratificado un nuevo acuerdo de cinco años con Boeing, con el que se puso fin a una huelga de casi 15 semanas que atrajo la atención nacional, no solo por su duración, sino por el inusual apoyo bipartidista que recibió en uno de los estados más conservadores del país.

Si bien el acuerdo incluye aumentos salariales que suman un 24 % durante la vigencia del contrato, lo que refleja el mercado laboral cada vez más competitivo para los trabajadores calificados del sector aeroespacial, la importancia de este conflicto va mucho más allá de los términos específicos. Es parte de una tendencia global más amplia: a medida que la industria enfrenta una grave escasez de mano de obra, una creciente presión de producción y un renovado escrutinio sobre la seguridad y la calidad, sus trabajadores se están organizando, haciendo huelga y saliendo victoriosos en varios países.

La huelga de San Luis se produce tras importantes conflictos aeroespaciales en Estados Unidos, Canadá, Europa y el Reino Unido durante los últimos dos años. A lo largo de toda la cadena de suministro, desde el montaje de aeronaves hasta los componentes, motores, sistemas de defensa y mantenimiento, reparación y revisión general (MRO), las empresas están teniendo dificultades para atraer y retener mano de obra calificada.

En concreto, este acuerdo se produce solo un año después de una gran huelga en Seattle, cuando 33.000 trabajadores de las operaciones de aviación comercial de Boeing se declararon en conflicto a causa del bajo crecimiento salarial y las concesiones. Esa huelga sentó un precedente, y el contrato de San Luis aprovecha ese impulso.

La escasez a la que se enfrenta el sector parece estar reforzando el poder de negociación de los trabajadores en todo el mundo, especialmente en entornos altamente calificados, donde los cuellos de botella en la producción tienen consecuencias inmediatas para los plazos de entrega, los contratos militares y la credibilidad normativa.

En San Luis, Boeing amenazó con contratar trabajadores sustitutos permanentes. Sin embargo, la empresa ya tenía dificultades para contratar y retener mano de obra calificada antes de la huelga, una realidad que se repite en todo el sector a nivel mundial, lo que hizo que la amenaza fuera ineficaz y, en última instancia, reforzó la influencia del sindicato.

La huelga también se destacó desde el punto de vista político. Los trabajadores recibieron el apoyo público de funcionarios electos tanto demócratas como republicanos, una muestra poco habitual de solidaridad entre partidos en Estados Unidos, y aún más inusual en Misuri, uno de los estados más conservadores del país.

Para el movimiento sindical mundial, esto supone un cambio más amplio: los trabajadores del sector aeroespacial están obteniendo un reconocimiento cada vez mayor por el papel fundamental que desempeñan en la capacidad industrial nacional, la seguridad económica y las cadenas de suministro de defensa.

Una victoria arraigada en la unidad

Los miembros del distrito 837 del IAM mantuvieron una unidad extraordinaria durante casi 15 semanas, a pesar de la intensa presión. Su determinación permitió obtener mejoras en la escala salarial, una prima por firma más alta que la propuesta inicialmente por Boeing y el mantenimiento de un sólido plan de pensiones con una contribución de la empresa de hasta el 8 %.

Pero más allá de las cifras, la huelga dejó claro que cuando los trabajadores se unen, pueden influir significativamente en las negociaciones, incluso con algunos de los empleadores industriales más grandes del mundo.

En palabras de Georg Leutert, director del sector aeroespacial de IndustriALL Global Union:

“La fuerza demostrada por el distrito 837 del IAM envía un mensaje claro a toda la industria aeroespacial mundial: los trabajadores no solo son esenciales, sino que también son poderosos. Estamos viendo el mismo patrón. Mientras las empresas luchan por contratar y retener mano de obra calificada, los trabajadores se organizan, emprenden acciones y salen victoriosos. Esta huelga demuestra el poder de la unidad en un momento en que la industria se encuentra bajo una enorme presión para cumplir con los estándares de seguridad, puntualidad y calidad. IndustriALL se solidariza plenamente con el IAM y con los trabajadores aeroespaciales de todo el mundo que luchan por un trabajo digno, respeto y una parte justa del valor que crean”.