Jump to main content
IndustriALL logotype

PERFIL: Lucha por los derechos de la mujer en la RDC

Read this article in:

29 mayo, 2014La difícil situación de conflicto que vive actualmente la República Democrática del Congo (RDC) está destruyendo el país; este problema ha sido alentado por poderosos intereses foráneos que explotan sus grandes riquezas minerales. Josée Shimbi Umba, Primera Secretaria General Adjunta responsable de asuntos de la mujer en el Consejo de Sindicatos de Trabajadores Metalúrgicos de la República Democrática del Congo (CSC), lucha por los derechos de la mujer en un ambiente que se caracteriza por extremos de explotación y abuso.

Perfil

Text: Aisha Bahadur

En 1994, Josée fue despedida de su trabajo como enfermera cuando solicitó prolongación de su licencia de maternidad durante un embarazo difícil. Después de pasar cuatro años en su casa, se dirigió al sindicato, pidiendo que cuestionara su despido injusto: a consecuencia de ello, se logró su reincorporación al trabajo.

Me di cuenta de que sin el sindicato no hay nadie que luche por uno. 

            - Josée

Después de haber sido elegida como representante del sindicato en 1999, ella no ha dejado de difundir este mensaje a los demás trabajadoras y trabajadores. En 2003 pasó a ocupar el puesto de encargada de asuntos de la mujer a tiempo completo para el CSC.

Yo iba de empresa en empresa, en todos los sectores que cubrimos, con el fin de relatar mi experiencia y animar a las mujeres para que se afiliaran al sindicato. 

El CSC organiza elecciones para establecer un comité de mujeres en todas las empresas que cuentan con miembros afiliados a un sindicato. El objetivo principal del comité de mujeres en los sindicatos es combatir y poner de relieve los problemas que enfrenta la mujer en el lugar de trabajo.

En la RDC hay pocos puestos de trabajo en el sector formal, donde llama la atención el hecho de que las mujeres superen a los hombres en cuanto al número de personas que tienen trabajo. Sin embargo, para ocupar estos cargos, las mujeres tienen que pagar un alto costo: se ha establecido una práctica por la cual los jefes varones dan empleo a las mujeres a cambio de sexo. Una vez que logran el contrato de trabajo, se recurre otra vez al sexo para asegurar el empleo y para lograr ascensos. “Aquí lo llamamos operación colchón, o ascensos de sofá,” dice Josée. 

El acoso sexual en el lugar de trabajo es muy frecuente, y puede ocurrir antes y durante el empleo.

Josée dice que la situación de las mujeres en el sector informal es peor:

Como no cuentan con beneficios de seguro de salud, fondos de jubilación ni prestaciones familiares, las mujeres que trabajan en la economía informal enfrentan muchas dificultades y carecen de toda protección social.”

Muchas veces, agentes corruptos de diversos organismos del estado las acosan para que paguen impuestos.

De lo contrario, si no pagan, corren el peligro que sus bienes sean confiscados.

Por si no fuera poco, a esto se suma un nivel de violencia hacia la mujer que es tan extrema en las zonas de conflicto que el sindicato recomienda que las mujeres usen condones femeninos cuando están trabajando. La violación es una realidad cotidiana, y es tan difícil evitar estos atropellos rutinarios que resulta mejor para la mujer contar con alguna forma de protección.

Josée explicó lo siguiente:

Cuando aprovechan de una mujer a la fuerza, con esos preservativos por lo menos puede estar a salvo de enfermedades de transmisión sexual. 

Los lugares de extracción de minerales se hallan situados en las zonas de conflicto. En estos lugares se encuentra la minería a pequeña escala, y se caracterizan por el hacinamiento y la pobreza, ya que la gente busca cualquier oportunidad para ganar el máximo que se pueda de la demanda de minerales que al final llegan a las empresas multinacionales y al mercado internacional.

Llegan mujeres para vender sus productos a los mineros, generalmente comida. A veces venden voluntariamente aquello que les quitan a la fuerza.

Josée señaló al respecto:

En estas zonas, las mujeres se dedican a la prostitución como una manera de sobrevivir o complementar lo poco que obtienen de los bienes que pueden vender. 

Josée se refirió a un proyecto que el CSC tiene desde hace dos años, dedicado a las mujeres en zonas de conflicto, pero reconoce que es muy poco lo que se puede lograr sin la voluntad política de parte del gobierno para hacer frente a los problemas de fondo.

Puede resultar difícil, estresante y frustrante, pero a mí me apasiona este trabajo, sabiendo que estoy ayudando a otras mujeres. Estamos avanzando poco a poco, las mujeres se están enterando de sus derechos, participando más en el sindicato. Me siento orgullosa de ser, yo misma, parte de un cambio positivo.

             - Josée

Sin embargo, la gravedad de la situación creada por el conflicto representa un enorme obstáculo para lograr un progreso significativo.

Finalmente dijo:

Estos minerales no nos llevan a ninguna parte, podemos encontrar otro camino. Las empresas multinacionales podrían invertir correctamente, creando puestos de trabajo y estabilidad... Lo que necesitamos es la paz; mientras no haya paz, no se puede lograr nada.