31 julio, 2025Los trabajadores y trabajadoras de la confección de Sartorisen, una empresa manufacturera situada en la zona industrial de Diamniadio, una zona económica especial (ZEE) de Senegal, están reclamando que se ponga fin a la explotación y los abusos constantes de sus derechos.
La empresa, que produce vestimenta tradicional africana y ropa de trabajo, emplea a alrededor de 300 personas, la mayoría de las cuales son mujeres. Los trabajadores y trabajadoras han denunciado infracciones sistemáticas, como la retención indebida de salarios, discriminaciones por motivos de género y un incumplimiento flagrante de la legislación laboral nacional. Algunos llevan hasta 13 meses sin cobrar, lo que les impide pagar el transporte para ir al trabajo. En varios casos, las personas afectadas han trabajado en Sartorisen durante más de 15 años.
La falta de contratos escritos, recibos de sueldo y protección social agrava la vulnerabilidad del personal. Muchos están padeciendo graves dificultades económicas y luchando por cubrir las necesidades básicas de sus familias.
Durante la reciente festividad de Tabaski (Aíd al-Adha), la discriminación por motivos de género se hizo aún más evidente. Los trabajadores varones recibieron bonificaciones por CFA 50.000 (USD 87), mientras que sus compañeras, a pesar de constituir la mayoría de la mano de obra, solo recibieron CFA 25.000 (USD 44). Esta disparidad ha desatado la indignación entre las trabajadoras, que exigen la misma remuneración por un trabajo de igual valor.
Hasta ahora, Sartorisen se ha negado a dialogar con el personal y su sindicato. El Syndicat National des Travailleurs des Industries de la Confection du Sénégal (SNTICS), afiliado a IndustriALL, ha presentado quejas ante el tribunal laboral y la inspección de trabajo.
“El sindicato presentó una denuncia contra Sartorisen ante el tribunal laboral por no proporcionar contratos por escrito ni protección social. La empresa debe cumplir la legislación laboral y respetar los derechos de los trabajadores”,
expresó Doudou Sisse, secretario general del SNTICS.
IndustriALL se solidariza plenamente con los trabajadores y trabajadoras de la confección senegaleses.
“Las prácticas laborales injustas, la explotación de los trabajadores y la discriminación por motivos de género constituyen una violación de la legislación laboral nacional y de las normas internacionales. Seguiremos apoyando a los sindicatos senegaleses en su lucha por unas mejores condiciones de trabajo e instamos al Gobierno de Senegal a que haga cumplir la legislación laboral”,
declaró Paule France Ndessomin, secretaria regional de IndustriALL para África Subsahariana.
Sartorisen opera dentro de la ZEE de Diamniadio, una iniciativa gubernamental destinada a atraer inversión extranjera a través de incentivos fiscales y regulaciones más flexibles. Sin embargo, este modelo suele dejar a los trabajadores y trabajadoras en una situación vulnerable. Según el Índice Global de Derechos de la CSI 2025, la aplicación de la legislación laboral en Senegal sigue siendo irregular y las actividades sindicales se ven obstaculizadas con frecuencia.