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Sindicatos africanos piden que los ingresos de los minerales críticos financien el desarrollo

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2 diciembre, 2025El 1 de diciembre, en Addis Abeba, se celebró una reunión en la que participaron los sindicatos que representan a millones de trabajadores y trabajadoras africanos de los sectores minero, energético y manufacturero. Allí, estas organizaciones afirmaron que, a menos que la nueva Estrategia Africana de Minerales Verdes (AGMS) se rediseñe radicalmente en torno al trabajo decente y el valor agregado local, el auge verde no será más que otro capítulo en la extracción y exportación de recursos minerales. 

La declaración, realizada por 35 sindicalistas de 14 países, se adoptó en el marco de un coloquio para celebrar el Día de la Industrialización de África bajo el lema: “Empoderamiento de los trabajadores en la AGMS: equilibrar la industrialización con la diligencia debida en materia de derechos humanos”.
 
Según se informó en el coloquio, África posee más del 30 % de las reservas mundiales de los minerales que impulsarán la transición energética: cobalto en la República Democrática del Congo, cobre en Zambia, níquel en Madagascar, manganeso en Gabón, grafito en Mozambique, litio en Zimbabue y tierras raras distribuidas desde Namibia hasta Burundi. Sin embargo, la participación del continente en el valor generado por estos recursos apenas ha cambiado desde la época colonial.
 
La declaración, adoptada conjuntamente por la oficina regional de IndustriALL Global Union para África Subsahariana y la CSI-África, demuestra que los sindicatos quieren que los trabajadores, las trabajadoras y sus comunidades se beneficien de los minerales críticos para la transición. “No puede haber una transición verde sin trabajo decente”, insisten los sindicatos, que exigen contratos permanentes, salarios dignos, negociación colectiva sectorial y una rendición de cuentas obligatoria en la cadena de suministro para las empresas multinacionales occidentales y chinas.
 
Según las estimaciones de McKinsey, para alcanzar los objetivos globales de cero emisiones netas para 2050 se necesitarán 3,5 billones de dólares de inversión en minerales críticos, de los cuales África podría captar 1 billón si asciende en la cadena de valor. En la actualidad, el continente exporta casi toda su producción en forma de mineral o concentrado de baja ley. Por ejemplo, una batería para smartphones que se vende por 50 dólares puede contener cobalto congoleño por valor de menos de diez centavos en la mina. El resto del margen se acumula en las refinerías de China, las fábricas de baterías de Corea del Sur o Alemania y las cadenas de montaje de California o Shenzhen. Mientras tanto, la República Democrática del Congo solo obtuvo 1200 millones de dólares en derechos por el cobalto en 2024, a pesar de exportar material por valor de más de 20.000 millones de dólares a los mercados internacionales.
 
Además, los sindicatos exigen que la AGMS imponga la obligación de procesar y fabricar localmente. Por ejemplo, las baterías pueden fabricarse en Kolwezi, los cátodos en Kitwe y los precursores químicos en Johannesburgo, respaldados por normas vinculantes sobre contenido local y cláusulas sociales en los nuevos paquetes de inversión. Insisten en que la estrategia propuesta de destinar el 5 % de la nómina a fondos para la capacitación profesional y el 1 % de las ventas a investigación y desarrollo sea cogobernada por los sindicatos. También exigen la renegociación de los contratos existentes para poner fin al traslado de utilidades y los flujos financieros ilícitos, de forma que los ingresos se canalicen hacia fondos soberanos en lugar de externalizarse a paraísos fiscales.
 
Los sindicatos quieren que se apliquen normas ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) con protecciones laborales explícitas, en particular en materia de libertad sindical y la salud y seguridad en el trabajo, así como el trabajo decente.
 
Durante el coloquio, se hizo hincapié en que la población activa de África crecerá en unos 450 millones de personas para 2050, pero, sin puestos de trabajo industriales a gran escala, ese dividendo demográfico puede llegar a convertirse en una catástrofe social. Los sindicatos advierten de que los acuerdos de “recursos a cambio de seguridad” corren el riesgo de convertir las provincias mineras en nuevos escenarios de conflictos de poder.

“África es rica bajo tierra, pero pobre en la superficie, y esto debe cambiar”,

afirmó Martha Molema, presidenta de la CSI-África. 

“Los minerales críticos deben impulsar la industrialización y la descarbonización de África, apoyar a las industrias manufactureras y crear puestos de trabajo para los jóvenes. Además, las mujeres que trabajan en la minería deben recibir licencias y financiamiento para extraer minerales críticos”,

expresó Rose Omamo, presidenta interina de la CSI-África y vicepresidenta de IndustriALL.