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Sindicatos mineros se comprometen a actuar solidariamente para plantar cara al capital global en un sector volátil

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3 noviembre, 2025Las industrias minera y de procesamiento de diamantes, gemas, ornamentos y joyas (DGOJP, por sus siglas en inglés), que durante mucho tiempo han sido la piedra angular de las cadenas de suministro mundiales, están experimentando una profunda transformación. La creciente demanda de metales para baterías, como el cobre, el cobalto, el litio y el níquel, impulsa el giro hacia la energía verde, mientras que las tierras raras son la base de todo, desde las turbinas eólicas hasta los vehículos eléctricos.

El precio del oro se ha recuperado, a pesar de que los diamantes sintéticos han restado brillo a las gemas naturales. La automatización y la inteligencia artificial están transformando las operaciones, provocando pérdidas de empleo y alterando el trabajo.

En la conferencia mundial sobre minería de IndustriALL Global Union, celebrada en Sídney, Australia, el 2 de noviembre, se reunieron 200 delegados de 35 países para analizar estos acontecimientos y desarrollar estrategias sindicales. Esta conferencia se enmarca en la preparación del 4.º Congreso de IndustriALL, que comenzará el 4 de noviembre. En las mesas redondas se abordaron cuestiones fundamentales como el cambio climático y una Transición Justa para los trabajadores y trabajadoras, la gobernanza mundial de los minerales y la diligencia debida en materia de derechos humanos (DDDH) en las cadenas de suministro, la responsabilización de las empresas a través de campañas, y los retos transversales, como la salud y la seguridad en el trabajo (SST). Además, se habló de la dimensión de género en los cambios que están experimentando las industrias mineras.

Las ponencias presentadas durante la conferencia destacaron la importancia de la participación de IndustriALL en el panel de la ONU sobre minerales críticos para la transición energética, que recomienda equidad, transparencia, inversión, sostenibilidad y DDDH a lo largo de la cadena de valor de los minerales.

En la conferencia se debatió el ocaso del carbón: las proyecciones sugieren que casi un millón de puestos de trabajo podrían desaparecer para 2050, pero aún no se han definido planes integrales de reconversión. El IGBCE advirtió sobre la necesidad de planificar el cierre de las minas de carbón a partir de la experiencia de Alemania, donde se perdieron más de 600.000 puestos de trabajo. En Sudáfrica, 100.000 mineros del carbón podrían perder sus empleos sin contar con programas de reconversión profesional, mientras que Colombia sigue dependiendo del carbón como recurso económico y los mineros temen el cierre inminente de estas minas sin que exista un marco para una Transición Justa.

Sin embargo, IndustriALL está abogando por una Transición Justa basada en la previsión, acompañada de políticas anticipatorias para mitigar las perturbaciones, redes de protección social sólidas y programas de reconversión profesional innovadores y liderados por los trabajadores y trabajadoras. Los empleos verdes dignos deben dar prioridad a la seguridad, y el diálogo social inclusivo debe involucrar a los sindicatos, las empresas mineras, los Gobiernos y las comunidades.

En Australia, la presión ejercida por los sindicatos logró la aprobación de la Ley de Economía de Cero Emisiones Netas, un plan para la descarbonización. A diferencia de Europa y otros continentes, Australia no cuenta con mecanismos de diálogo social y codeterminación. Otros puntos destacados fueron el programa de perfeccionamiento y reconversión profesional de Sudáfrica, la Transición Justa en las regiones carboníferas de Indonesia y la iniciativa de SINTRACARBON sobre la Transición Justa.

“La diversificación económica en la transición hacia las energías renovables es fundamental, y debe ir acompañada de apoyo en materia de recursos, ya que la mayoría de los países del sur global carecen de la infraestructura necesaria para explotar la riqueza mineral y beneficiarse de los recursos minerales necesarios para la industrialización, tal como propone la Visión Minera Africana”.

afirmó Kemal Özkan, secretario general adjunto.
 
Los homenajes a las víctimas del desastre de la presa de Brumadinho en Brasil en 2019 pusieron de relieve los peligros de una supervisión medioambiental laxa, mientras que la campaña de privatizaciones de la India ha generado un trabajo precario que está erosionando la seguridad de los puestos de trabajo. Se expresó preocupación por los pésimos registros de la India en materia de seguridad minera.

Los ponentes afirmaron que los trabajadores y trabajadoras siguen sufriendo ataques a sus derechos fundamentales, tales como represión sindical, restricciones a la libertad sindical y a la negociación colectiva, además de accidentes fatales y problemas de salud derivados de las malas condiciones laborales. Los salarios siguen siendo de miseria, especialmente en las minas del sur global, donde las familias apenas pueden sobrevivir. Las trabajadoras son víctimas de violencia y acoso por motivos de género, por lo que se deben lanzar campañas en favor de la igualdad de género y la creación de centros de lactancia para las madres.

Por otro lado, las multinacionales chinas están vulnerando sistemáticamente los derechos laborales e ignorando las leyes nacionales y las normas internacionales en materia de trabajo. La conferencia instó a los sindicatos a desarrollar estrategias para frenar estos abusos.

Un aspecto importante que se destacó fue que los sindicatos están luchando enérgicamente contra los abusos y creando redes de solidaridad entre ellos, que van desde las redes específicas de empresas multinacionales hasta las relacionadas con materias primas concretas. Por ejemplo, el sindicato USW, de Canadá, y el SVS, de Madagascar, cooperaron en la defensa de los derechos de los trabajadores de QMM en Fort Dauphin.

Los sindicatos reconocieron a la Iniciativa para el Aseguramiento de la Minería Responsable (IRMA) como el único marco que garantiza la representación de los trabajadores y trabajadoras; aunque impulsó a las empresas mineras a desarrollar alternativas rivales, menos rigurosas e impulsadas por la industria, como la Iniciativa para un Estándar Minero Consolidado (CSMI). Los participantes de la conferencia analizaron cómo las normas voluntarias pueden contribuir a cerrar las brechas en materia de responsabilidad.

El plan de acción adoptado en la conferencia traza un rumbo y una hoja de ruta audaces. Los delegados se comprometieron a reforzar la solidaridad entre los mineros del norte y el sur global, ampliar la inclusión mediante iniciativas para las mujeres en la minería y programas dirigidos a los jóvenes, fomentar el diálogo con los grupos indígenas, compartir las mejores prácticas en materia de SST y presionar para que se ratifique el Convenio 176 de la OIT sobre seguridad y salud en las minas.

Otras estrategias se centran en la precariedad y en la defensa de los derechos laborales, los salarios dignos y la coordinación con la OIT y la IRMA. Las campañas de sindicalización abarcarán diversas multinacionales, regiones y localidades, e incluirán subsectores que van desde el carbón y el mineral de hierro hasta el oro, los diamantes y las joyas. Se ha puesto en marcha una red mundial del oro en la que participan Barrick y AngloGold Ashanti.

Se dará un nuevo impulso a la diligencia debida en materia de minerales críticos ofreciendo capacitación sobre cómo utilizarla en las negociaciones y la protección de los derechos. La cadena de suministro de baterías seguirá siendo una prioridad, y se aprovechará la fortaleza del sector automotor para ayudar a los mineros. Además, los sindicatos mineros colaborarán con afiliados del sector energético, empresas y Gobiernos, y fortalecerán las redes mediante la investigación y la movilización.

“La democracia no se limita a las urnas y los escaños parlamentarios. Los sindicatos la encarnan en los lugares de trabajo, por lo que deben configurar políticas industriales que unan a las comunidades y a la clase trabajadora”,

afirmó Grahame Kelly, secretario general del Sindicato de Minería y Energía (MEU).

“Necesitamos prácticas mineras responsables y sostenibles, así como vínculos de abastecimiento responsables, para mejorar las condiciones laborales y los medios de vida de los trabajadores y sus comunidades, respetar los derechos de los pueblos indígenas y proteger el medioambiente. Pero esto solo será posible si los sindicatos actúan en las cadenas de suministro para garantizar que se respeten los derechos humanos y laborales”,

declaró Glen Mpufane, el director de minería y DGOJP de IndustriALL.

Cathy Drummond, de USW, y Stephen Smyth, del MEU, fueron elegidos copresidentes para las industrias minera y de DGOJP.