Jump to main content
IndustriALL logotype

Superar la paradoja congoleña en la cadena de suministro de baterías

Read this article in:

15 octubre, 2025Los sindicatos y las organizaciones de la sociedad civil están uniendo fuerzas para hacer frente a la paradoja congoleña en la cadena de suministro de baterías. Esta paradoja se manifiesta en la cruda contradicción que existe en la República Democrática del Congo (RDC), un país dotado de vastos recursos naturales, como cobalto, cobre, coltán y diamantes, que representan gran parte del suministro mundial necesario para la industria electrónica y los vehículos eléctricos, pero que, sin embargo, se ve afectado por una pobreza extrema, conflictos armados, corrupción y violaciones de los derechos humanos y laborales.

La paradoja congoleña ha dado lugar a una de las cifras de PBI per cápita más bajas del mundo, a pesar de las exportaciones de minerales por valor de miles de millones de dólares anuales. Al mismo tiempo, más del 70 % de la población vive por debajo del umbral de la pobreza y hay millones de personas desplazadas por la violencia en las provincias orientales, ricas en recursos.
 
El 9 de octubre, en Kolwezi, más de 120 participantes de sindicatos afiliados a IndustriALL, cooperativas de minería artesanal en pequeña escala, organizaciones no gubernamentales y grupos comunitarios se reunieron en una conferencia para planear una ofensiva conjunta contra las violaciones de los derechos humanos y laborales en la cadena de suministro de materias primas críticas de la RDC.
 
La RDC es un tesoro en cuanto a elementos esenciales para la fabricación de baterías, como el cobre, el cobalto, el tantalio, el litio y otros, todos ellos utilizados en los vehículos eléctricos. Estos recursos son extraídos por empresas multinacionales como Kamoto Copper Company y la mina Mutanda, de Glencore, y Tenke Fungurume Mining, de China Molybdenum, junto con mineros artesanales que producen el 30 % del cobalto del país.
 
En la conferencia se instó a crear un foro para debatir sobre estos minerales, intensificar la sindicalización, formalizar la minería artesanal, mantener conversaciones con las multinacionales y entablar un diálogo tripartito con el Gobierno para armonizar los intereses en toda la cadena de suministro de baterías.
 
Una investigación de IndustriALL, titulada Exploring the DRC cobalt value chain: challenges, opportunities and stakeholder engagement (“Estudio de la cadena de valor del cobalto en la RDC: retos, oportunidades y participación de las partes interesadas”), presentado por Theodore Kamwimbi, del Centro para la Regulación Transformativa del Trabajo de la Universidad del Cabo Occidental, fue objeto de especial atención. En dicho estudio se analizaron las operaciones mineras y los derechos laborales en Kamoto, Metalkor RTR, la fundición de cobre de Lualaba y Sicomines. Reveló que varios subcontratistas de Kamoto infringieron las leyes laborales, lo que provocó huelgas; que hubo casos de sobornos a inspectores en la fundición; que los sindicatos de Sicomines han abandonado la negociación colectiva debido a diversas dificultades y que Metalkor ha llevado a cabo despidos injustos. Si bien se observa una disminución del trabajo infantil, también se lamenta la escasa aplicación de las leyes laborales.

Antoine Kasongo, director nacional de Fair Cobalt Alliance, expresó:

“Es necesario tomar más medidas para combatir las violaciones de los derechos humanos y el incumplimiento de las normas nacionales e internacionales en beneficio de la comunidad minera artesanal”.  

Pidió campañas de sensibilización y capacitación sobre salud, seguridad, erradicación del trabajo infantil e industrialización local.
 
Davidzo Muchawaya, responsable del sector laboral de la Iniciativa para el Aseguramiento de la Minería Responsable (IRMA), explicó los detalles de la norma IRMA y la auditoría que se está llevando a cabo en Tenke Fungurume, la primera realizada por la IRMA a una multinacional china.

“Hoy en día, las cadenas de suministro abarcan todo el mundo”, reflexionó Constantin Grund, director nacional de la FES para la República Democrática del Congo, “pero para los trabajadores manuales que se encuentran al principio de la cadena de suministro, nada cambia realmente, a pesar de que sin ellos no se podrían fabricar líneas de productos enteras. Necesitamos justicia para todos los que participan en la fabricación de un producto, especialmente para los trabajadores y trabajadoras manuales, que derraman sudor y lágrimas”.

Glen Mpufane, director del sector de minería y diamantes de IndustriALL, coincidió:

“Los actores clave deben formar alianzas en torno a la cadena de suministro de materias primas críticas para salvaguardar los derechos laborales, exigir responsabilidades a las multinacionales y garantizar reparaciones para las comunidades y los trabajadores cuando se produzcan abusos”.