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Trabajadores/as de filial de Tata Steel en la India enfrentan ataque policial

11 octubre, 2017En horas de la noche del 22 de septiembre, trabajadores y trabajadoras de Tayo Rolls, y sus familias, incluyendo niños, fueron brutalmente golpeados por la policía. Los manifestantes protestaban pacíficamente contra el cierre de la empresa Tayo Rolls, filial de Tata Steel, exigiendo empleo alternativo o una compensación adecuada.

Los trabajadores/as y sus familiares protestaban frente a las puertas de la planta siderúrgica de Tata en Jamshedpur, cuando fueron golpeados por un grupo de policías, que también usaron cañones lanza agua. Unos 40 manifestantes resultaron heridos en el ataque.

La policía también ha presentado cargos falsos contra muchos trabajadores/as.

Los manifestantes exigen lo siguiente:

  • Pago de los salarios pendientes
  • Que se beneficie a los trabajadores/as con puestos de trabajo alternativos en otras empresas de TATA
  • Si no se puede ofrecer un empleo alternativo, que se pague a los trabajadores/as compensación equivalente a 100 meses de salario básico y una asignación por el costo de vida (subsidio por carestía), como se hizo, hace unos años atrás, durante el cierre de una sección de la Tinplate Company of India Limited (TCIL), que pertenece al mismo grupo empresarial

Por su parte, Apoorva Kaiwar, Secretaria Regional de IndustriALL Global Union, señaló:

Es totalmente inaceptable que la policía ataque a los trabajadores y trabajadoras. IndustriALL pide a la administración de la empresa que entable negociaciones para resolver este problema. Para proteger los intereses de la fuerza de trabajo y sus familias, la compañía también debe tomar medidas inmediatas para retirar las acusaciones policiales contra los manifestantes.

En septiembre de 2016, Tayo Rolls Limited (TAYO), filial de Tata Steel Limited, presentó una solicitud de cierre, pidiendo autorización al gobierno para cerrar la planta. En ese momento, la empresa contaba con unos 399 trabajadores/as permanentes, junto con unos 700 subcontratados.

Al mismo tiempo, la empresa ofreció a los trabajadores/as un plan de cese voluntario, como compensación por retirarse voluntariamente del empleo. Aunque muchos trabajadores/as aceptaron este plan de suspensión voluntaria, unos 284 trabajadores/as de planta no lo hicieron, alegando que eran insuficientes la indemnización de 18 meses del sueldo básico y el subsidio por carestía que se habían ofrecido inicialmente.

Los trabajadores/as cuestionaron el cierre, y presentaron una petición al Departamento de Trabajo, Empleo y Capacitación, solicitando al gobierno que rechace la solicitud de cierre de la empresa. Los trabajadores/as plantearon que las pérdidas de la compañía se originaban en las prácticas corruptas de los funcionarios de la empresa, y que la empresa debía reactivarse, ofreciendo empleo a todos los trabajadores/as. Como la empresa es filial de TATA Steel, existe la posibilidad de que se ofrezca a los trabajadores/as cesantes trabajo alternativo en otras plantas.

El 27 de octubre de 2016, el Secretario Principal del Departamento de Trabajo de Jharkhand emitió una orden rechazando la solicitud de cierre.

En octubre de 2016, la compañía suspendió el pago de sueldos. Los trabajadores/as exigen que la compañía continúe pagando los salarios de acuerdo a la Ley de Pago de Salarios, ya que el gobierno rechazó la solicitud de cierre de la empresa.

Los trabajadores/as ya llevan 11 meses sin remuneración. En junio de 2017, la fuerza de trabajo presentó el caso ante el tribunal laboral, pidiendo al tribunal que mande a la compañía a pagar los sueldos. Se está estudiando el asunto.

Mientras tanto, la compañía ha apelado ante el tribunal superior en relación con el cierre y sigue en curso el proceso judicial.

Por su lado, Rakeshwar Pandey, del sindicato de trabajadores de Tayo, señaló:

Consideramos inaceptable el ataque policial contra manifestantes pacíficos. Esta cuestión se encuentra en los tribunales en varios niveles. No obstante, ni la administración de TATA, ni el gobierno, debieron tomar medidas tan brutales. La administración de TATA debería tomar la iniciativa para resolver la cuestión de manera democrática.