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Trabajadores de todo el mundo piden acceso universal a las vacunas, tecnologías y productos sanitarios contra la COVID-19

29 noviembre, 2021El Consejo Global Unions, que representa a 200 millones de trabajadores, reclama medidas urgentes por parte de los gobiernos. Han pasado casi dos años desde el estallido de la pandemia mundial de COVID-19. Los trabajadores han dado un paso adelante, poniéndose en riesgo para salvaguardar la vida de las personas, los medios de subsistencia y la economía mundial, y han impulsado avances extraordinarios en ciencia y medicina con el rápido desarrollo de pruebas, tratamientos, medicamentos, dispositivos médicos, equipo de protección personal y, lo más importante, las vacunas contra la COVID-19.

A pesar del compromiso de los trabajadores, algunos gobiernos están saboteando la recuperación mundial al bloquear el intercambio de estos avances médicos, lo que cuesta más vidas y pone a los trabajadores y las comunidades en mayor riesgo. Se necesita una acción colectiva inmediata para garantizar el acceso equitativo y universal a las vacunas contra la COVID-19 y más productos y tecnologías sanitarios.

El movimiento sindical internacional insta a todos los gobiernos, en particular a los del Reino Unido, Alemania y Suiza, junto con la Comisión Europea, a que tomen todas las medidas necesarias para que las vacunas contra la COVID-19 estén disponibles para todos, y apoyen la temporal y específica “exención del acuerdo sobre los ADPIC” propuesta por Sudáfrica e India en la Organización Mundial del Comercio (OMC), que aborda un obstáculo clave a la protección de los trabajadores y las comunidades de todo el mundo a medida que el coronavirus continúa teniendo efectos. El sistema de la OMC prevé suspender las normas de propiedad intelectual en circunstancias excepcionales: la pandemia claramente lo es.

Los trabajadores, y en particular los del sur global, se han enfrentado a la peor parte del acceso desigual a las vacunas. En países donde los suministros son escasos, los trabajadores de la salud y otros trabajadores de la primera línea todavía están esperando sus vacunas. Si bien siguen comprometidos con mantener la seguridad de sus sociedades, el movimiento de las cadenas de suministro esenciales y el funcionamiento de las economías, unos pocos líderes y empresas farmacéuticas les están fallando.

El derecho esencial a un lugar de trabajo seguro solo es posible con acceso a la vacunación, independientemente del lugar donde se viva. No garantizar la equidad mundial en el acceso a vacunas y tratamientos es una amenaza existencial para la seguridad de los trabajadores y tiene un impacto negativo en los derechos humanos, incluido el derecho a la vida, el derecho al más alto nivel posible de salud, el derecho a disfrutar de los beneficios del avance científico y el derecho al desarrollo.

También amenaza la recuperación de la industria. El FMI ha advertido que el hecho de no redoblar los esfuerzos de vacunación podría detener la recuperación y provocar pérdidas del PIB mundial de US$ 5,3 billones en los próximos cinco años. La producción, distribución y consumo de bienes y servicios, y las actividades económicas asociadas, se enfrentan a perturbaciones sin precedentes. Retrasar la vacunación eficaz a nivel mundial solo prolongará la pandemia de COVID-19 y desencadenará futuras crisis económicas.

Los trabajadores de todo el mundo quieren que se actúe de forma urgente. Los sindicatos ya han tomado medidas en apoyo de la exención en 127 países. La vida y los medios de subsistencia de los trabajadores, y nuestras comunidades, dependen de ello.

Cada día de retraso significa más vidas perdidas y más contratiempos en la recuperación. La búsqueda de la rentabilidad y la especulación son inaceptables en una pandemia. No puede haber más excusas.

Nadie está a salvo hasta que todos estemos a salvo.

Por lo tanto, el Consejo Global Unions (CGU), que representa a más de 200 millones de trabajadores de la Confederación Sindical Internacional (CSI) y las Federaciones Sindicales Internacionales (GUF), incluida la Comisión Sindical Consultiva ante la OCDE (TUAC):

  • se opone a la gran disparidad entre los países desarrollados y en desarrollo en términos de acceso equitativo y distribución de productos y tecnologías sanitarios para la COVID-19, incluidas vacunas, productos de diagnóstico, dispositivos, equipo de protección personal y medicamentos;
  • respalda las campañas sindicales y de la sociedad civil en todo el mundo por una
  • exención temporal de las reglas de propiedad intelectual de la OMC durante la pandemia de COVID-19, según lo propuesto por India, Sudáfrica y los copatrocinadores, y en la medida necesaria para abordar las necesidades de la pandemia a nivel mundial;
  • celebra el apoyo brindado por más de 100 gobiernos a la exención y pide a estos países, incluidos Estados Unidos, China y Australia, que ejerzan más presión sobre quienes la bloquean, con carácter urgente;
  • se adhiere y presta apoyo a los llamados a utilizar todas las formas posibles, incluida la eliminación temporal de barreras, hacia el desarrollo, la producción y la aprobación de vacunas, tratamientos y diagnósticos, y otras tecnologías sanitarias;
  • respalda la campaña de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a favor de la
  • #EquidadVacunal, que tiene como objetivo superar las desigualdades de la pandemia;
  • sin embargo, señala que las iniciativas existentes, como el acceso mancomunado a la tecnología contra la COVID-19, COVAX y el Acelerador ACT, hasta ahora no han logrado alcanzar sus propios objetivos y proporcionar la distribución rápida y equitativa de las vacunas contra la COVID-19 que necesitamos;
  • pide a los gobiernos y fabricantes de vacunas que agilicen y amplíen urgentemente la disponibilidad de productos y tecnologías sanitarios para la COVID-19 en países de ingresos más bajos y que emprendan iniciativas, incluido el intercambio de tecnología, en particular la tecnología de vacunas de ARNm, para desarrollar la capacidad de fabricación en muchos países;
  • subraya la importancia de proteger la integridad y la calidad de las vacunas una vez que se flexibilicen las restricciones; y
  • exige un compromiso común por parte de los países de no acaparar o almacenar una gran cantidad de dosis de vacunas, incluso limitando las exportaciones, y exhorta a todos los países que producen vacunas y sus insumos a evitar medidas que interrumpan las cadenas de suministro.