10 septiembre, 2025Los trabajadores y trabajadoras de YKK, en Turquía, siguen luchando por su derecho a la negociación colectiva, ya que la empresa continúa negándose a reconocer a su sindicato.
En junio de 2025, la Fair Labor Association (Asociación por un Trabajo Justo) publicó una auditoría en la que confirmó que YKK Turquía está violando los derechos laborales, e hizo recomendaciones claras para remediar la situación. Sin embargo, la empresa no respondió. Petrol-İş, el sindicato que representa a los trabajadores de YKK, afiliado a IndustriALL, está apelando a las marcas globales que trabajan con la empresa para que intervengan con el fin de garantizar que se implementen las recomendaciones.
En agosto de 2025, Petrol-İş se reunió con los responsables de cumplimiento de las marcas para presionarles a que tomaran medidas concretas. En la reunión, el sindicato hizo hincapié en que YKK Turquía había violado sistemáticamente los derechos laborales fundamentales del personal, y exigió que se pusiera fin a la postura hostil de la empresa hacia los miembros del sindicato. Petrol-İş instó a las marcas a asumir su responsabilidad e insistió en que se pusiera fin a estos abusos. Como respuesta, las marcas afirmaron que plantearían estas preocupaciones directamente a la dirección de YKK, y que las convertirían en un punto clave de la agenda de sus próximas conversaciones.
Este conflicto, que aún no ha terminado, tiene su origen en un proceso fallido que se remonta a 2024. Tras sindicalizar a la mayoría de los aproximadamente 670 trabajadores y trabajadoras de YKK, Petrol-İş obtuvo el reconocimiento oficial del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de Turquía en mayo de ese año. En lugar de dialogar con el sindicato, la dirección de YKK respondió con tácticas antisindicales, que incluyeron amenazas y coacciones para obligar a sus empleados a desafiliarse. La empresa incluso anunció mejoras unilaterales en las condiciones de trabajo, en una medida que el sindicato consideró de mala fe. La presión sobre los miembros del sindicato se intensificó aún más, con medidas disciplinarias infundadas dirigidas contra los principales organizadores sindicales, lo que llevó a los trabajadores y trabajadoras a organizar manifestaciones pacíficas en julio.
En agosto de 2024, YKK creó un comité portavoz controlado por la dirección para debilitar a Petrol-İş, al tiempo que se negaba a reunirse con el sindicato. En septiembre, el conflicto había adquirido relevancia internacional, con IndustriALL dando la voz de alarma y los trabajadores de YKK en Brasil y el Reino Unido enviando mensajes de solidaridad.
El conflicto se profundizó a principios de 2025. Decenas de trabajadores y trabajadoras renunciaron bajo presión y, en febrero, un tribunal local falló en contra de Petrol-İş en un conflicto relacionado con la clasificación sectorial de la empresa, en una decisión que, según el sindicato, fue deliberadamente orquestada por YKK para retrasar el reconocimiento. A pesar de lo dispuesto en su código de conducta global, donde se compromete explícitamente a respetar la libertad sindical, la empresa se ha negado sistemáticamente a entablar un diálogo.
El núcleo del problema es un vacío legal: YKK está registrada oficialmente en el sector metalúrgico, mientras que los trabajadores solo pueden afiliarse, a través del sistema de administración electrónica de Turquía, a sindicatos de los sectores petrolero, químico y del caucho, como Petrol-İş. Esta clasificación errónea ha permitido a YKK bloquear la negociación colectiva durante dos años, a pesar de las garantías que ofrece el derecho internacional. Hasta que no se resuelva este vacío y comiencen unas negociaciones auténticas, los trabajadores y trabajadoras de YKK en Turquía seguirán privados de sus derechos fundamentales.
Mehmet Kaya, secretario general financiero de Petrol-İş y antiguo dirigente de la sucursal de Tracia, quien desempeñó un papel clave en la sindicalización de YKK, afirmó:
“Los trabajadores y trabajadoras de YKK Turquía ejercieron su derecho constitucional a sindicalizarse, pero la dirección respondió con presiones en lugar de respetar sus derechos y reconocer la negociación colectiva. Esta postura antisindical ha generado malestar, socavado la paz laboral y dejado a los trabajadores y trabajadoras viviendo con el temor constante al despido, lo que ha tenido graves repercusiones en sus familias. Esta hostilidad es inaceptable. Los trabajadores y trabajadoras de YKK merecen dignidad, seguridad laboral y un entorno de trabajo digno, y pedimos a la dirección global de YKK que garantice el respeto de estos derechos sin demora”.
Atle Høie, secretario general de IndustriALL, afirmó:
“Es inaceptable que YKK siga negando a los trabajadores y trabajadoras de Turquía su derecho fundamental a la negociación colectiva. La libertad sindical no es opcional, está protegida por el derecho internacional y YKK debe respetarla en la práctica, no solo de palabra. Apoyamos firmemente a Petrol-İş y a los trabajadores y trabajadoras, y exigimos a la dirección global de YKK y a las marcas a las que suministra que garanticen el respeto de estos derechos de inmediato”.