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Un nuevo modelo para la industria textil y de la confección

24 febrero, 2022Un evento paralelo al Foro sobre el sector de prendas de vestir de la OCDE fue el marco de un debate en profundidad sobre la implementación de un nuevo modelo de relaciones laborales en la cadena de suministro para la industria textil y de la confección.

El Acuerdo Internacional, negociado recientemente, confirmó aún más la necesidad de un nuevo modelo de relaciones laborales para la cadena de suministro que se base, en lugar de en iniciativas voluntarias, en normas vinculantes y en la responsabilidad de las marcas por su impacto sobre los trabajadores.
 
Kalpona Akter, del sindicato afiliado bangladesí BGIWF, afirmó que el Acuerdo ha logrado “un cambio fenomenal en el país”. Con 1600 fábricas más seguras, 2,2 millones de trabajadores ya pueden trabajar sin miedo.

Los trabajadores han sido los más afectados por la ruptura de la cadena de suministro de textiles y prendas de vestir, que fue causada por el impacto de la pandemia de COVID-19 sobre el modelo de negocio insostenible del sector. Las cancelaciones de pedidos provocaron el cierre total de miles de fábricas de ropa, lo que a su vez resultó en millones de despidos en países carentes de redes de seguridad social. Esto ha puesto de manifiesto la precariedad del modelo de negocio del sector y la urgente necesidad de establecer modelos sostenibles de relaciones laborales en la cadena de suministro.

“La COVID generó una situación calamitosa en Bangladesh, donde fuimos testigos del lado precario del modelo de negocio durante el confinamiento. Cuando a los trabajadores no se les paga, se mueren de hambre porque no hay seguridad social ni prestaciones por desempleo en el país”,

expresó Kalpona Akter.
 
IndustriALL y sus afiliados iniciaron un debate sobre el cambio necesario en el sector, incluida la necesidad urgente de protección social para los trabajadores de la confección. Esta debe incluir un seguro de desempleo, prestaciones por enfermedad, seguridad social e indemnización por despido. El modelo actual, donde la indemnización por despido es la única forma existente de protección social, condujo al robo de salarios durante la pandemia. 
Jason Judd, de la Escuela de Relaciones Laborales e Industriales de la Universidad de Cornell, presentó un trabajo de investigación encargado por IndustriALL que analiza los métodos para lograr un fondo de asistencia social con mecanismos legalmente vinculantes. Dicho fondo tendría que tener un alcance transnacional y estipular, entre otras cosas, niveles de compensación para muchos países, procesos de resolución de conflictos y el acceso de los sindicatos a las inspecciones en el lugar de trabajo para verificar el cumplimiento.

“Pero existen obstáculos para llegar a un acuerdo legalmente vinculante para el sector”,

afirmó Jason Judd.

“¿Quiénes son las contrapartes? Los compradores y los propietarios de las fábricas no están organizados. Los gobiernos pueden exigir una indemnización a una marca, pero este reclamo será ineficaz si no hay forma de hacerlo cumplir. ¿Y qué capacidad de influencia tienen?”

Se hicieron comparaciones con la Federación Internacional de Transporte (ITF), que cada dos años entabla un diálogo con los empleadores marítimos en el Foro de Internacional de Negociación (IBF), donde se negocia un acuerdo marco. Una vez que se ha negociado el acuerdo marco, los sindicatos afiliados a la ITF dan inicio a las negociaciones locales con las empresas en sus países. Esas negociaciones locales se traducen en acuerdos en el marco del IBF a nivel nacional y a veces empresarial. Si bien los derechos obtenidos pueden variar un poco, todos los acuerdos del IBF deben estar dentro de lo acordado en este organismo para el período.

“Se trata de un procedimiento sin igual y es el único ejemplo de un convenio colectivo internacional. Los empleadores contribuyen a un fondo dedicado a los marinos y se ha establecido un plan de inspección con el organismo de la ITF encargado de supervisar los acuerdos”,

expresó Ruwan Subasinghe, director jurídico de la ITF.

“Asimismo, y lo que es más importante, contiene recursos significativos para los trabajadores que enfrentan cambios repentinos en la industria”.

La protección social afecta a la estabilidad política y, por lo tanto, a los principales mercados de capital. Los inversores se centran cada vez más en los derechos laborales en la cadena de suministro y tienden a valorar los acuerdos sólidos entre marcas y sindicatos.

Esperamos que los inversores desempeñen un papel clave en cuanto a los derechos de los trabajadores de la cadena de suministro”,

declaró Elizabeth Umlas, asesora principal de IndustriALL sobre estrategias de capital.

“Los inversores quieren cadenas de suministro sólidas y resistentes y reconocen las responsabilidades de las marcas. Las violaciones de los derechos humanos y las malas condiciones de trabajo no son buenas para ellos”.

Para concluir el debate, la directora del sector textil y de la confección de IndustriALL, Christina Hajagos-Clausen, reiteró el llamado de IndustriALL y sus afiliados a las marcas internacionales y sus proveedores y fabricantes para que pongan fin al robo de salarios y negocien un acuerdo global para fortalecer la red de seguridad social.  

Foto: Una mujer trabaja en una fábrica de mascarillas y prendas de vestir en Harare, Zimbabue.

Crédito: KB Mpofu / OIT