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ARTÍCULO DE FONDO: Derechos de los trabajadores en las cadenas de suministro mundiales: obligar a las empresas a rendir cuentas

25 mayo, 2016La propagación de la producción ligada a las corporaciones multinacionales (Emn) a nivel mundial ha impulsado el crecimiento del empleo en muchos países. otra consecuencia es que han surgido nuevos desafíos para el movimiento sindical. no habiendo normas mundiales y mecanismos que puedan obligar su cumplimiento, surge la pregunta ¿cómo hacer que las Emn cumplan con su responsabilidad ante violaciones de los derechos laborales en sus cadenas de suministro? 

 

Artìculo de fondo: 

Texto: jenny Holdcroft & Adam Lee

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que en 40 países el número de puestos de trabajo relacionados con las cadenas de suministro mundiales ha aumentado, de aproximadamente 296 millones en 1995, a 453 millones en 2013. Esto representa más de una quinta parte de la fuerza de trabajo a nivel mundial. Para muchos trabajadores y trabajadoras, el tener puestos de trabajo en las cadenas de suministro mundiales significa contar con trabajo precario, bajos salarios y horas de trabajo inhumanas. 

La expansión de las cadenas de suministro mundiales ha sido impulsada por un modelo comercial diseñado expresamente para aprovechar los bajos salarios y regulación y aplicación insuficientes. La investigación demuestra que en las cadenas de suministro cada vez más se irrespetan los derechos de los trabajadores y trabajadoras. En el sector de la confección, entre 1989 y 2010 se produjo un descenso del 73% en el puntaje de respeto de los derechos laborales por parte de los 20 principales exportadores de prendas de vestir a los EE.UU. Al mismo tiempo, se redujo en un 42% el precio de compra de la ropa que producían.

Los Principios Rectores de la ONU señalan claramente que las EMN son responsables de las condiciones de trabajo en sus cadenas de suministro. Sin embargo, muchas empresas multinacionales dicen que tienen poco control, o incluso conocimientos, de cuánto se paga a los trabajadores y trabajadoras, de las jornadas de trabajo, de su salud y seguridad o de sus contratos de trabajo. Sin embargo, estas mismas empresas suelen exigir a sus proveedores condiciones muy específicas en cuanto a la producción: los materiales que se deben utilizar, de dónde provienen, los procesos de producción, plazos de entrega, y así sucesivamente.

De hecho, muchos de los abusos sufridos por la fuerza de trabajo son consecuencia directa de los modelos de abastecimiento que aplican las empresas para optimizar sus ganancias. Los principales obstáculos que impiden mejorar los derechos de los trabajadores en las cadenas de suministro mundiales son: cortos plazos de entrega, cambios de última hora en las especificaciones de producción, aumentos de la producción para el lanzamiento de nuevos productos y la falta general de consideración de cómo las decisiones sobre aprovisionamiento impactan a los trabajadores y trabajadoras.

Los trabajadores y trabajadoras en todas las etapas de las cadenas de suministro mundiales se preguntan con razón por qué son tan miserables sus salarios y condiciones de trabajo. fabrican productos o proveen servicios para empresas que perciben enormes beneficios y que podrían permitirse el lujo de garantizar a todos los trabajadores/ as en sus cadenas de suministro un nivel de vida digno.

En el último trimestre de 2015, Apple reportó el mayor beneficio trimestral que jamás había registrado una corporación: US$ 18,4 billones. Además, cuenta con reservas en efectivo de US$ 216 billones. Mientras tanto, los trabajadores y trabajadoras que fabrican los productos que generan estos extraordinarios beneficios reciben sólo US$ 4 por fabricar un iPhone 6 que se vende en los EE.UU. por US$ 649.

Amancio Ortega, fundador de la cadena de moda Zara, es ahora el segundo hombre más rico del mundo, con una fortuna personal de US$ 70 billones (¡sí, billones!).

Aunque es posible que las EMN que se encuentran en la parte superior de las
cadenas de suministro mundiales no empleen directamente a los trabajadores/as en las fábricas que producen sus bienes, sin embargo sus decisiones de compra influyen fuertemente en los salarios y las jornadas de trabajo. 

El fracaso de la RSE

Los intentos de establecer responsabilidad social empresarial (RSE) unilateral, voluntaria y no vinculante han fracasado abrumadoramente en lo que respecta a mejorar los salarios y las jornadas de trabajo. Estos intentos tampoco garantizan que se respete el derecho de los trabajadores a afiliarse a un sindicato.

La RSE ha establecido una industria multimillonaria de auditoría social; sin embargo, a pesar de la falta de resultados positivos, hay tanto dinero invertido que muchas empresas aspiran a lograr un cambio incremental a través de mejoras de las políticas actuales. Pero dado que el modelo de cumplimiento y auditoría se centra en el rendimiento de fábricas individuales sin identificar y abordar las causas de fondo ni los obstáculos sistémicos, estas iniciativas seguirán siendo ineficaces.

El público se da cuenta cada vez más que los programas de RSE no han dado resultado – informes y llamativos sitios web ya no bastan para ocultar la verdad. Las empresas ya no pueden seguir igual que siempre. Se perdió más todavía la fe en el modelo de auditoría cuando se supo que los organismos de auditoría social y certificación SAI y BSCI habían dado visto bueno a las operaciones de la planta de fabricación de prendas de vestir Ali Enterprises en Pakistán antes del trágico incendio donde perecieron 254 trabajadoras y trabajadores. SAI y BSCI también autorizaron las operaciones de la planta de Rana Plaza antes de que se derrumbara, matando a 1129 trabajadoras/es en Bangladesh.

¿Cuáles son las opciones que tienen los sindicatos?

Los Principios Rectores de la ONU, y las directrices de la OCDE que se basan en esos Principios, establecen claramente que las EMN son responsables de abusos en sus cadenas de suministro. Los sindicatos pueden entablar juicios bajo las directrices de la OCDE, pero esto no conduce a una resolución vinculante, y sus resultados varían mucho.

Si bien por lo general no es posible actualmente demandar a las empresas en sus países de origen por sus acciones en otros países, sin embargo se han conocido algunas iniciativas que reclaman responsabilidad vinculante por parte de las EMN. En Francia, se está debatiendo un proyecto de ley que obligará a las mayores multinacionales francesas a poner en marcha un plan de diligencia debida para evitar perjuicios a los derechos humanos y al medio ambiente. En el caso de aquellas empresas que no dispongan de un plan de este tipo, un juez puede obligarles a hacerlo, y en caso de incumplimiento, la corte puede multarles. Por otra parte, en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU se está trabajando para lograr un tratado internacional vinculante sobre las responsabilidades corporativas en cuanto a los derechos humanos.

Los sindicatos van a presionar para que el debate sobre las cadenas de suministro mundiales que
se va a realizar en la Conferencia Internacional
del Trabajo, en junio de 2016, resulte en medidas concretas para hacer frente a violaciones de las normas internacionales del trabajo en las cadenas de suministro de las EMN (véase el recuadro).

En conformidad con su objetivo estratégico de confrontar el capital global, IndustriALL sigue tomando medidas para aumentar la rendición de cuentas de las Emn en las cadenas de suministro de las industrias que cubre.

IndustriALL ha firmado Acuerdos Marco Globales con casi cincuenta empresas multinacionales. Estos acuerdos exigen a las empresas defender los derechos laborales fundamentales, y por lo general incluyen el compromiso de que los proveedores de las corporaciones hagan lo mismo.

Algunos sindicatos están desarrollando relaciones más estrechas con otros sindicatos que representan a los trabajadores/as en las cadenas de suministro de sus empleadores. Los afiliados de IndustriALL y de su sindicato mundial hermano, la Internacional de los Trabajadores del Transporte, en Dinamarca, Noruega y el Reino Unido, tienen previsto desarrollar sistemáticamente los vínculos entre sus sindicatos en los sectores del petróleo, gas, marítimo y de transporte.

El objetivo es desarrollar el poder sindical por medio de la comunicación, colaboración y sindicación en toda la cadena de suministro. 

Los sindicatos pueden utilizar los nombres de las marcas de las empresas para promover los derechos de los trabajadores/as en las cadenas de suministro.

La CSI publicó recientemente un informe que revela el escandaloso hecho protagonizado por 50 empresas multinacionales que usan importantes marcas: estas empresas emplean directamente a solamente un 6% de su fuerza de trabajo. El 94% restante frecuentemente sufre de bajos salarios y violaciones de los derechos de los trabajadores/as, ocultos en las sombras de las cadenas de suministro mundiales. La CSI ha pedido que estas empresas de marca asuman su responsabilidad por trabajadores que laboran en sus empresas pero que aparecen como una fuerza de trabajo “oculta”.

Puede resultar especialmente eficaz denunciar públicamente a aquellas empresas que operan al por menor. Aunque muchas veces los empleadores en los sectores cubiertos por IndustriALL no tienen actividades a nivel minorista, frecuentemente estas empresas están vinculadas, a través de las cadenas de suministro, a compañías que sí realizan actividades en el sector detallista.

Los sindicatos de trabajadores en la gran empresa de minería y metalurgia Rio Tinto han presionado indirectamente a la empresa, vinculando públicamente a la joyería minorista Signet con las malas prácticas de Rio Tinto, que le provee diamantes. 

En las negociaciones que se realizaron en 2014 con la empresa electrónica NXP en Filipinas para establecer un nuevo convenio colectivo, el MWAP, organización de Filipinas afiliada a IndustriALL, no logró ningún progreso al comienzo del proceso. Sin embargo, después de que la NXP atacó a la dirigencia del sindicato, la atención se centró en Apple, que es cliente de NXP.

Junto con MWAP, se organizaron protestas ante las tiendas de Apple. Se estableció una petición con SumOfUs, pidiendo que Apple exigiera a su proveedor NXP mejorar sus prácticas laborales: se obtuvieron ciento cincuenta mil firmas. A consecuencia de esto, se logró un nuevo convenio colectivo para MWAP. 

Acuerdos en la cadena de suministro

El derrumbe del edificio Rana Plaza en abril de 2013 señaló un cambio de rumbo que se caracterizó por el distanciamiento del fallado modelo de auditoría RSE, promoviendo en su lugar relaciones laborales en la cadena de suministro mundial. Se hizo posible el Acuerdo de Bangladesh sobre Seguridad en la Construcción de Edificios y de Instalaciones de Sistemas contra Incendios, constituyendo un novedoso acuerdo legalmente vinculante entre los sindicatos mundiales y más de 200 empresas multinacionales de fabricación de prendas de vestir.

Este Acuerdo identifica y aborda las razones subyacentes por las cuales no se había procurado la seguridad de las fábricas a pesar de muchos años de auditoría y programas de RSE. Incluye el compromiso de las marcas ante sus fábricas proveedoras de continuar los pedidos de productos y garantizar que se disponga de financiamiento para que las fábricas puedan hacer las renovaciones necesarias. Si las fábricas no cumplieran, se exige que las marcas signatarias pongan fin a esa relación comercial.

El Acuerdo de Bangladesh promete cambiar para siempre la forma en que las empresas tratan los abusos de los derechos en sus cadenas de suministro. En este momento la labor que nos corresponde es desarrollar este modelo para hacer frente a otras violaciones sistemáticas de los derechos laborales en las cadenas de suministro.

IndustriALL ha firmado un Memorándum de Entendimiento con una serie de marcas líderes del sector de la confección. El objetivo del proceso acordado, conocido como ACT, es establecer sistemas de convenios colectivos que cubran sectores enteros, con el apoyo de las prácticas de compra de las marcas como el principal medio
de fijación de salarios en el sector mundial de la confección. El Memorándum de Entendimiento señala explícitamente que para lograr salarios dignos es imprescindible desarrollar la negociación colectiva a nivel sectorial en los países productores de prendas de vestir. El Memorándum también establece que para lograr esto, es necesario tener reconocimiento efectivo de los derechos de los trabajadores a la libertad de sindicación y a la negociación colectiva.

En el contexto de las cadenas de suministro mundiales, donde los compradores, en la parte superior de la cadena de suministro, tienen mayor poder para influir en la distribución del valor a lo largo de la cadena y para determinar el porcentaje de los beneficios que se ha de entregar a los trabajadores, es imprescindible reformar las prácticas de compra de tal manera que apoyen la negociación sectorial. 

Al vincular las prácticas de compra de las marcas con la negociación colectiva nacional a nivel sectorial entre los sindicatos y los empleadores, el proceso ACT establece un marco para auténticas relaciones laborales en la cadena de suministro. A través de la negociación sectorial, los trabajadores pueden obtener un salario que es suficiente para mantener adecuadamente a ellos y a sus familias; al mismo tiempo se pueden abordar cuestiones relacionadas con las características específicas del sector, la jornada de trabajo, la productividad y otros temas que tienen que ver con los salarios.

El proceso ACT tiene como objetivo crear un sistema que, al abordar los obstáculos estructurales que impiden lograr un salario digno, tenga por primera vez una posibilidad real de incrementar los salarios de los trabajadores y trabajadoras de la confección de una manera que sea progresivo, sostenible y aplicable.

Sobre la base de esta experiencia, y la del Acuerdo de Bangladesh, no hay ninguna razón por qué no desarrollar modelos similares para hacer frente a otros problemas de derechos laborales cuyo origen se halla en la conformación y administración de las cadenas de suministro.

Esta es la oportunidad que tienen ahora los sindicatos para hacer frente a las condiciones de trabajo en las cadenas de suministro mundiales, con el fin de progresar hacia relaciones laborales auténticas en las cadenas de suministro.

Se tratará en la oIT la lucha para obligar a rendir cuentas en cadenas de suministro

Las cadenas de suministro mundiales benefician a las grandes empresas, pero no a los trabajadores. Ahora se va a presentar para ser estudiada en la OIT la lucha para defender a los trabajadores y trabajadoras en las cadenas de suministro mundiales.

En la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) en junio, la OIT realizará un debate sobre la forma
de promover el trabajo decente en las cadenas de suministro mundiales. La OIT es la organización tripartita encargada de establecer normas para el mundo laboral. La CIT es organizada anualmente por la OIT para tomar decisiones sobre la política general de la OIT, el programa de trabajo y las normas internacionales del trabajo.

La economía mundial sufre actualmente de una laguna de responsabilidad. Muchas empresas afirman que respetan los derechos de los trabajadores en sus diversas cadenas de suministro, pero estas empresas no toman las medidas necesarias para garantizar el respeto de esos derechos. Los gobiernos aceptan poca responsabilidad por los derechos laborales en las compañías proveedoras en el extranjero que proveen bienes a empresas de su país. Por otra parte, muchas veces los gobiernos de los países donde se encuentran las compañías proveedoras tienen leyes para proteger los derechos de los trabajadores, pero no son capaces o no están dispuestos a hacer que se cumplan.

La ONU y la OCDE han tomado medidas para abordar este problema de la brecha en la rendición de cuentas. En 2011, la ONU aprobó sus Principios Rectores, y la OCDE actualizó sus directrices. 

Ahora los trabajadores, las empresas y los gobiernos intercambiarán ideas en la OIT para determinar el camino a seguir. Cada una de las partes tendrá puntos de vista diferentes.

En este debate, el Grupo de los Trabajadores en la OIT promoverá conclusiones donde se mencionen las violaciones generalizadas de los derechos laborales en las cadenas de suministro mundiales, y el hecho de que las cadenas de suministro mundiales no están beneficiando a los trabajadores. 

Los trabajadores también promoverán lo siguiente:

  • Una decisión de trabajar para establecer una Convención sobre las Cadenas de Suministro Mundiales. Esta convención debe aclarar las funciones y responsabilidades de los gobiernos (en los países de origen y de destino) y de las empresas (tanto proveedoras como compradoras). Se debe establecer responsabilidad legal y ofrecer asesoría para desarrollar políticas y legislación que garanticen respeto de los derechos de los trabajadores en las cadenas de suministro mundiales.
  • Modificación de la Declaración sobre las EMN. La Declaración sobre las EMN (empresas multinacionales) es un instrumento de la OIT que ofrece recomendaciones a las empresas y a los gobiernos acerca de las condiciones de empleo. Sin embargo, cubre principalmente las operaciones propias de las empresas, no en sus cadenas de suministro. Los trabajadores exigirán que se amplíe su cobertura y que se incluya un mecanismo para quejas que pueda conducir a la mediación o al arbitraje.
  • Un compromiso por parte de los empleadores de tener mayor transparencia en sus cadenas de suministro.
  • Un compromiso de trabajar para lograr mayor seguridad y para reducir el trabajo precario en las cadenas de suministro.
  • Promover la negociación colectiva sectorial y que se establezcan los montos del salario vital mínimo y mecanismos de fijación de salarios mínimos.     

En el debate sobre las cadenas de suministro, el Grupo de los Empleadores tendrá un enfoque muy diferente. Querrán calificar las cadenas de suministro mundiales como una herramienta importante para el desarrollo económico. En las conclusiones tratarán de minimizar cualquiera referencia al debate sobre las violaciones de los derechos de los trabajadores en las cadenas de suministro. También es probable que los empleadores se opongan a cualquiera medida que les exija mayor transparencia, rendición de cuentas o mejores condiciones para los trabajadores.

Para procurar que el debate en la oIT produzca una mayor rendición de cuentas respecto a las cadenas de suministro, los sindicatos deben estar dispuestos a presionar a sus gobiernos para que apoyen las reivindicaciones del Grupo de los Trabajadores.