10 septiembre, 2025El 8 de septiembre, el Sindicato Nigeriano de Trabajadores del Petróleo y el Gas Natural (NUPENG) y el Congreso Laboral de Nigeria (NLC) llegaron a un acuerdo de conciliación con Dangote Refinery and Petrochemical Limited, lo que evitó una huelga nacional por prácticas antisindicales.
Mediado por el Ministerio Federal de Trabajo y Empleo de Nigeria, el acuerdo exige la sindicalización inmediata en la refinería, y otorga a sindicatos registrados, como el NUPENG, el derecho a sindicalizar a los trabajadores y trabajadoras. El proceso debe completarse en un plazo de dos semanas, con la garantía de que no se formarán sindicatos rivales respaldados por los empleadores y que se protegerá a los trabajadores contra represalias por acciones de huelga.
El acuerdo supone una victoria importante para el movimiento sindical nigeriano, ya que refuerza el imperativo legal y moral del derecho de los trabajadores y trabajadoras a sindicalizarse.
Hace dos años, la inauguración de la refinería Dangote, valorada en 20.000 millones de dólares, en la zona de libre comercio de Lekki, cerca de Lagos, se anunció como un hito para las ambiciones industriales de Nigeria. Como la refinería más grande de África, prometía una importante creación de empleo y diversificación económica.
Sin embargo, el optimismo se ha visto empañado por la resistencia inicial de la refinería a la sindicalización, en particular de los conductores encargados de distribuir productos derivados del petróleo en todo el país. La refinería, propiedad del multimillonario Aliko Dangote y su socio de distribución, MRS, controlado por Sayyu Ali Dantata, un pariente de Dangote, intentó excluir a sindicatos consolidados, como el NUPENG, en favor de la creación de un sindicato interno. Esta medida llevó al NUPENG, respaldado por la Asociación Nacional de Propietarios de Transporte por Carretera (NARTO), a convocar una huelga nacional.
El conflicto se intensificó tras la importación por parte de Dangote de 10.000 camiones de gas natural comprimido (GNC) a finales de agosto, en consonancia con la apuesta del Gobierno por combustibles alternativos más ecológicos. La contratación de conductores se realizó con una condición: los solicitantes debían comprometerse a afiliarse al sindicato de la empresa, lo que suscitó preocupación por la posible violación de derechos laborales. Los sindicatos argumentaron que las acciones de Dangote Refinery y MRS no solo violan la Ley Laboral y la Constitución de Nigeria, que protegen los derechos de los trabajadores a sindicalizarse, sino que también contravienen el Convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación, del que Nigeria es signataria.
Además, la aparente búsqueda por parte de las empresas de un monopolio en el refinado y la distribución contraviene la Ley de la Industria Petrolera, diseñada para promover la competencia en un sector que durante mucho tiempo ha estado plagado de ineficiencias y corrupción.
Los dirigentes del NUPENG, el presidente Williams Akporeha y el secretario general Afolabi Olawale, condenaron la actitud de la refinería, acusándola de socavar la negociación colectiva e imponer contratos abusivos. “La riqueza acumulada mediante la supresión de los derechos laborales es insostenible e injusta”, afirmaron, haciendo hincapié en la importancia fundamental de la representación sindical para garantizar prácticas laborales justas.
Atle Høie, secretario general de IndustriALL, celebró esta resolución:
“Las acciones de Dangote fueron una clara violación de los derechos sindicales fundamentales e IndustriALL intervino ante la empresa para presionarla a que cambiara de rumbo. Este acuerdo respeta las normas laborales nacionales e internacionales, como corresponde a una empresa africana líder. Animamos a la refinería Dangote a que mantenga un diálogo constructivo con los sindicatos en el futuro”.
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