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INFORME: Sindicatos latinoamericanos buscan fortalecerse para disputar la reindustrialización de la región

7 mayo, 2021Los sindicatos afiliados a IndustriALL en América Latina y el Caribe elaboraron un documento donde proponen una agenda política y sindical por sector destinada a promover la reindustrialización regional, basada en una transición justa con desarrollo sostenible.

INFORME

Global Worker No. 1 mayo 2021

Texto: Kim Meyer

Región:América Latina y el Caribe

Tema:  la reindustrialización de la región

Más de 150 dirigentes sindicales organizados en Macros Sectores de la industria de metales básicos, energía y movilidad de América Latina y el Caribe desarrollaron en 2020 un ciclo de seminarios temáticos y grupos de debate e investigación como parte de un proyecto de potenciación sindical que impulsan los sindicatos de Suecia, Union to Union e IndustriALL en la región.

Durante el segundo semestre trabajaron junto a expertos académicos en la elaboración de un documento orientado a reflejar las principales tendencias y escenarios de la industria regional para los próximos años. La primer versión la finalizaron en diciembre, pero buscarán seguir actualizándolo en 2021.

El secretario regional de IndustriALL, Marino Vani, dijo:

“Debemos ser capaces de analizar lo que está pasando y lo que podría suceder. Tenemos que ser proactivos para formular una agenda política orientada a disputar la reindustrialización de la región. Los sindicatos deben ser actores políticos y sociales. 

Necesitamos articular las fuerzas productivas, políticas y a los gobiernos progresistas para enfrentar los efectos de los cambios que se avecinan. Tenemos que construir políticas industriales sostenibles para llevar esperanzas a los trabajadores, a los millones de desempleados, migrantes y a los pobres de nuestra región”

La amenaza de una mayor desindustrialización en América Latina

Según el director de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en Uruguay, Gabriel Porcile, con el auge del neoliberalismo en los años 90 hubo un retroceso industrial muy fuerte en la región. Se abandonaron las políticas industriales, no hubo esfuerzos por promover nuevos sectores de la economía, se apostó casi exclusivamente a la acción del mercado (una híper globalización), se apreció el tipo de cambio y permitieron que las importaciones entraran. Eso llevó a una caída muy fuerte del peso de la industria en el valor agregado de esas economías y con efectos muy negativos en el empleo.

“En CEPAL hay una preocupación por la desindustrialización prematura en América Latina y el Caribe. La productividad relativa de la región, nuestro peso en el mundo, fue cayendo. ¿Quienes cambiaron su lugar en el mundo? Quienes se industrializaron, diversificaron, tienen políticas industriales, cambiaron su patrón de exportación a bienes industriales y productos tecnológicamente sofisticados” explicó Porcile.

A su vez, el director de CEPAL sostuvo que América Latina es una región muy golpeada por la crisis generada por la pandemia, ya que cayó el PBI un 7,7% en promedio y aumentó mucho la desigualdad. Por eso, aseguró que su perspectiva no es positiva y que existe un escenario que está abierto. Afirmó que las crisis previas demostraron que la híper globalización es un concepto que no funciona, que el mercado no se corrige por si mismo y que tienen que existir políticas muy fuertes para superar las crisis:

“Con la pandemia aumentó la importancia del papel del estado y la inversión pública para la recuperación. CEPAL propone un gran impulso para la sostenibilidad social, ambiental y económica. Sostenibilidad económica es tener inversiones dirigidas a lograr una competitividad auténtica. Tener una estrategia industrial, tecnológica, de creación de empleos formales y de calidad. Desde el punto de vista ambiental, la idea es pensar en inversiones públicas que impulsen la inversión privada, que promuevan un patrón productivo y de consumo sostenible, con una transición energética. (…)

Hay que pensar también en un multilateralismo, creando reglas que protejan a la mayoría frente al interés concentrado de los poderosos, creando reglas que favorezcan el diálogo de los actores sociales, de la sociedad civil, dejando espacios para que las políticas de protección social y de desarrollo puedan avanzar. (…)

CEPAL ha llamado por un cambio a la conversación con un nuevo contrato social, en el cual el mercado, el estado y la sociedad civil actúen de otra manera. Tiene que haber un lugar en la mesa para los trabajadores, para las organizaciones no gubernamentales y que puedan participar en la creación de políticas industriales sostenibles. Una nueva ecuación estado, mercado y sociedad.”

¿Qué agenda  proponen los sindicatos de América Latina y el Caribe?

Macro-sector de metales básicos

Los expertos y dirigentes sindicales del macro-sector de metales básicos que trabajaron en el documento aseguraron que en América Latina el comercio y el exceso de capacidad son temas tan dominantes para la industria del acero que tienden a dejar otros temas en un segundo plano. Aseguraron que el comercio puede ser un importante impulsor de la prosperidad, pero requiere un marco global justo y equitativo.

Por ello, propusieron que los sindicatos opongan resistencia a la aplicación de aranceles que son indiscriminados, unilaterales e injustos y que pueden provocar guerras comerciales, que a su vez ponen en riesgo puestos de trabajo. Creen que los países tienen derecho a utilizar soluciones comerciales basadas en normas para defender a las industrias locales contra el comercio desleal.

Para fortalecer la industria regional, y que siga siendo competitiva, explicaron que los sindicatos deben promover una política industrial regional sostenible, que incluya un marco regulatorio claro, inversión en descarbonización, creación de clúster industriales, y la capacidad de atraer y retener una fuerza laboral altamente calificada. Consideran esencial la creación de espacios de debate nacional entablando discusiones con las asociaciones empresariales y los gobiernos para crear un sector social, económica y ambientalmente sostenible.

Macro-sector de la energía:

Los trabajadores y expertos de este macro-sector revindicaron la energía como derecho fundamental y universal. Afirmaron que deben asegurar que la energía sea segura, social, sostenible y que permita la aplicación de políticas industriales sostenibles. Explicaron que la transición energética va a necesitar de mucha infraestructura por lo que los sindicatos deben instar a los gobiernos y empresas para que inviertan en el futuro de la energía.

La descarbonización de la matriz energética es para ellos de vital importancia. Por eso, explicaron que debe hacerse de acuerdo al interés publico, con criterios inclusivos, justos, respetando los derechos laborales y el concepto de energía como “Derecho Fundamental”.  Argumentaron que la implementación de generación distributiva ofrece una opción frente a la centralización en manos de empresas transnacionales.

Propusieron que sindicatos logren la participación de las partes interesadas en la elaboración de una política energética nacional, no solo para garantizar una transición hacia energías limpias, sino también una política energética equitativa. Concluyeron que un proceso amplio es necesario para prever y mitigar los efectos de las estrategias de descarbonización, y asegurar una transición justa para los trabajadores y sus comunidades, evitando los riesgos.

Sector de la movilidad

Los dirigentes sindicales y expertos del macro-sector de movilidad propusieron crear espacios de diálogo tanto locales como regionales con gobiernos y empresas para no quedar atrasados en la implementación de tecnologías y creación de infraestructura.

Además, dijeron que buscarán agregarle valor al litio y entrar en la cadena de valor de las baterías eléctricas, porque será́ una de las principales autopartes de los vehículos del futuro y además porque se está acelerando la baja en los costos de las baterías.

Los sindicatos latinoamericanos de este macro-sector aseguraron que su principal desafío será́ seguir fortaleciendo la organización de los trabajadores de todas las cadenas de suministro y la construcción de redes sindicales. A su vez, promoverán alianzas para incidir en las mesas de diálogo con empresarios y gobiernos para ayudar a construir políticas industriales orientadas a la reindustrialización latinoamericana. Buscarán construir acciones tanto gubernamentales como privadas para insertarse en el mundo de la movilidad digital de forma menos contaminante.