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Los Juegos Olímpicos celebran el espíritu de superación del ser humano, pero también deben respetar los derechos de los trabajadores/as

4 agosto, 2016Por Jyrki Raina, Secretario General de IndustriALL Global Union.

Los Juegos Olímpicos constituyen una magnífica oportunidad para mostrar lo que ha logrado el espíritu de superación de la humanidad, pero con demasiada frecuencia la tendencia elitista pisotea los derechos de los trabajadores/as.

Este espectáculo triunfal se inaugura en Rio de Janeiro, Brasil, el viernes 5 de agosto, como una celebración del espíritu olímpico: no para ganar, sino para participar con pasión y dedicación.

Además de los impresionantes logros deportivos, luce una magnífica celebración cultural ofreciendo al país anfitrión, Brasil, una oportunidad para destacar su encanto y belleza naturales.

Los Juegos Olímpicos también traen emocionantes momentos de gran importancia histórica, por ejemplo cuando en las Olimpíadas de Munich en 1936, Jesse Owens avergonzó a los nazis al ganar cuatro medallas de oro, demostrando lo equívoco que era la idea de la superioridad de la raza blanca; cuando Abebe Bikila de Etiopía, corriendo descalzo, ganó la medalla de oro en el maratón de Roma en 1960; o el saludo al Black Power que hicieran John Carlos y Tommie Smith en la Ciudad de México en 1968, que ayudó para que el mundo prestara atención al movimiento por los derechos civiles en los EE.UU.

Momentos como éstos también se van a registrar en los Juegos Olímpicos que se inauguran en Rio este viernes. Mucho me anima la idea de ver la valentía del equipo de refugiados. En este conjunto participa una joven siria de 18 años, la nadadora Yusra Mardini, que ayudó a salvar a 20 refugiados en peligro de perecer ahogados en el Mediterráneo cuando huían de Turquía a Grecia.

Sin embargo, los Juegos Olímpicos siguen siendo un evento elitista: aunque celebramos los logros de los mejores atletas del mundo, las casas de los pobres han sido demolidas para construir el Parque Olímpico.

En un intento de abordar estas cuestiones, el Comité Organizador de Rio 2016 elaboró un conjunto de directrices que deben ser aplicadas para identificar cadenas sostenibles de suministro. Éste es un documento admirable y digno de elogio que trata de procurar que los Juegos sean sostenibles para las personas y el planeta, y finalmente para dejar un legado positivo. Incluye compromisos de respetar la libertad de sindicación y el derecho a la negociación colectiva, y de proporcionar trabajo formal.

El acuerdo señalado abarca no sólo a los proveedores, sino también a los patrocinadores. Por lo tanto, es decepcionante que el Comité Olímpico Internacional (COI) no haya tomado ninguna medida contra Nissan por no cumplir con las señaladas directrices.

Nissan es uno de los patrocinadores oficiales de las Olimpíadas, proporcionando 4.200 vehículos para los Juegos, y lanzando el último modelo Kicks como coche oficial de las Olimpíadas. Esta empresa ha aprovechado el espíritu olímpico, tal como dijera Francois Dossa, Presidente de Nissan Brasil:

“Ya vamos a ver cómo Nissan demuestra fuerza, audacia y una disposición atrevida, tal como se refleja en nuestro lema ‘QuemSeAtreve’”.

Sin embargo, Nissan no se decide a enfrentar de manera justa a su propia fuerza de trabajo. Con su agresiva campaña antisindical en Canton, Mississippi, la empresa no ha cumplido con su compromiso de respetar la libertad de sindicación. En febrero, IndustriALL protestó en la sede del COI, y nuestros afiliados han tomado medidas al respecto en todo el mundo.

Más recientemente, nuestros afiliados brasileños tomaron medidas drásticas contra Nissan durante la concentración con la antorcha olímpica, aprovechando la oportunidad para resaltar las políticas antisindicales que aplica Nissan, comunicándose con 26 millones de personas en una campaña en los medios sociales de comunicación que se apropió del hashtag #QuemSeAtreve de la compañía.

Del mismo modo, los Juegos ofrecían una oportunidad para limpiar las cadenas de suministro de fabricantes de ropa deportiva, pero no se ha aprovechado esta posibilidad.

Cuando IndustriALL se reúna para su segundo Congreso Mundial en Rio de Janeiro en octubre de este año, vamos a hacer frente a estos problemas.

Los Juegos llegan a Río en un momento difícil para el país. Hay agitación política debido a un intento de golpe de estado de la derecha, y el costo de los Juegos Olímpicos ha aumentado los problemas económicos del país. Hay preocupación por la seguridad del agua y el virus del Zika, y la policía y los bomberos están protestando por retrasos en el pago de salarios.

Tras de la extraordinaria belleza de la costanera de Río en Ipanema y Copacabana se hallan las favelas. Detrás del brillo del espectáculo corporativo de los Juegos Olímpicos se encuentra una estela de corrupción, tenebrosas cadenas de suministro y abusos de los derechos.

Disfruta el espectáculo. Pero mientras ve a los atletas, recuerda también a los trabajadores/as de la confección que cosieron la ropa que llevan, a los trabajadores/as de la construcción que construyeron los estadios, a los pobres de la ciudad que perdieron sus hogares, y a los trabajadores/as de las cadenas de suministro que luchan contra las políticas antisindicales.

Los Juegos Olímpicos deberían ser una celebración de lo que podemos lograr colectivamente, como seres humanos, y una oportunidad para que Brasil se presente al mundo. Vamos a aprovechar esta oportunidad para celebrar también a los trabajadores/as que lo hicieron posible.