Read this article in:
Español
4 julio, 2025Existe preocupación ante las amenazas recibidas por dirigentes del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Industria del carbón (SINTRACARBON), afiliado a IndustriALL en Colombia. Desde IndustriALL Global Union, se envió una carta al presidente Gustavo Petro solicitando tomar acciones de protección.
Según lo informado por el sindicato, el presidente de la seccional La Jagua de Sintracarbón, Germán Aranzales, ha sido objeto de amenazas y llamadas extorsivas desde el 8 de junio de este año. Además, se denuncian seguimientos a otros miembros del sindicato, entre ellos Silvio Mendoza, así como a la abogada Rocío Torres Bobadilla, quien asesora al sindicato en procesos laborales.
Las amenazas surgieron tras la radicación de una solicitud ante el Ministerio del Trabajo por parte de Sintracarbón y Sintraminergética. En dicha solicitud, los sindicatos pidieron la suspensión de despidos colectivos de aproximadamente 300 trabajadores de las empresas Prodeco y Carbones de La Jagua (CDJ), y plantearon la necesidad de declarar una unidad de empresa entre las nueve filiales del grupo Glencore en Colombia.
En la carta enviada desde IndustriALL al gobierno colombiano se manifiesta preocupación por los recientes amenazas y hechos de hostigamiento dirigidos contra dirigentes Sintracarbón, y se solicitan medidas urgentes para garantizar la seguridad de los dirigentes y asesores sindicales mencionados. También se solicita a la Fiscalía General de la Nación que avance con las investigaciones correspondientes. El secretario general de IndustriALL Atle Høie expresó su inquietud afirmando que:
“Estamos extremadamente preocupados e indignados ante esta nueva y flagrante violación a los derechos sindicales y humanos fundamentales. Dada la larga historia de violencia en contra de líderes sindicales y dirigentes sociales en Colombia, tomamos estas amenazas con la mayor seriedad y preocupación.”
Colombia ha sido históricamente uno de los países más peligrosos para el ejercicio del sindicalismo. De acuerdo con informes de organizaciones internacionales, decenas de sindicalistas han sido víctimas de amenazas, persecuciones y asesinatos en las últimas décadas. Aunque en los últimos años se han implementado políticas de protección, los riesgos persisten, especialmente en sectores estratégicos como la minería y la energía.