17 diciembre, 2025Durante dos días, sindicatos de Europa Oriental, Asia Central y el Cáucaso participaron en una reunión subregional de IndustriALL para compartir experiencias, evaluar los retos a los que se enfrentan los trabajadores y los sindicatos, y debatir acciones conjuntas para fomentar la unidad. Aunque muchos de estos países reconocen formalmente el derecho de sindicalización, negociación colectiva y huelga, la práctica demuestra que los sindicatos suelen enfrentarse a obstáculos procedimentales que dificultan su labor. Entre estos obstáculos se incluyen los umbrales elevados para las votaciones de huelga, las definiciones amplias de los servicios esenciales, los prolongados procesos de mediación y los estrictos plazos de preaviso.
Al inaugurar la reunión, el secretario general adjunto de IndustriALL Global Union, Kemal Özkan, reafirmó el compromiso de la organización con sus afiliados en la región y subrayó la importancia de escuchar directamente a los sindicatos y comprender sus sectores y trabajadores. Afirmó que la reunión era fundamental para identificar cómo IndustriALL puede ayudar a fortalecer la capacidad sindical, y destacó los retos a los que se enfrenta la región, en particular la guerra actual en Ucrania:
“Esta región se enfrenta a retos excepcionales, y esto requiere una solidaridad sindical permanente a nivel internacional”.
El secretario general de IndustriALL, Atle Høie, hizo hincapié en que la defensa de los derechos sindicales fundamentales, en particular la libertad sindical y el derecho a la negociación colectiva en virtud de los Convenios 87 y 98 de la OIT, sigue siendo fundamental para la labor de IndustriALL. Asimismo, subrayó la necesidad de unidad y de una organización más fuerte para contrarrestar las tendencias autoritarias, el debilitamiento de la gobernanza mundial y los ataques de los empleadores a los convenios colectivos.
“Si no nos organizamos y defendemos estos derechos, será más fácil para los empleadores y los gobiernos imponer su voluntad”.
En los informes de los distintos países, se destacaron la disminución de la afiliación sindical en algunos sectores, la reticencia de los empleadores a firmar convenios colectivos, la limitada capacidad de inspección laboral y los crecientes riesgos para la salud y la seguridad en el trabajo. Al mismo tiempo, los sindicatos compartieron ejemplos sobre la cobertura de la negociación colectiva, los esfuerzos de sindicalización en nuevos sectores y el trabajo en materia de juventud e igualdad de género, así como la aplicación de las normas de la OIT.
Bielorrusia: criminalización de los sindicatos independientes
El movimiento sindical bielorruso informó, desde el exilio, que el presidente Lukashenko ha calificado la actividad sindical independiente como un acto terrorista, lo que expone a los activistas sindicales a cargos penales e impide que los sindicatos puedan representar a sus afiliados. Aunque recientemente se liberó a 109 presos políticos, estos fueron deportados inmediatamente a Ucrania sin sus documentos de identidad nacionales. Además, la cifra de presos políticos sigue aumentando a medida que se designa como extremistas a más organizaciones. Se necesita una presión internacional sostenida, sobre todo para lograr la plena aplicación del artículo 33 de la OIT como requisito previo para cualquier espacio legal destinado a la actividad sindical independiente.
Los sindicatos ucranianos describieron el impacto devastador de la agresión militar que sigue llevando a cabo Rusia, en particular los intensos ataques de este invierno, que han destruido las infraestructuras y la capacidad productiva. Una gran parte de la red energética ha quedado destruida, lo que ha dejado a muchos hogares sin electricidad durante 16-18 horas al día, mientras que los sindicatos de los sectores nuclear y energético tienen dificultades para funcionar debido a los daños sufridos por las subestaciones y las líneas eléctricas.
Los dirigentes sindicales advirtieron de que la legislación laboral se está modificando con el pretexto de la integración europea, pero que ello está debilitando los derechos sindicales, incluido el derecho a la negociación colectiva, y socavando el diálogo social en un momento crítico.
Salarios, empleos y diálogo social en toda la región
Los participantes de Kirguistán describieron la informalidad generalizada, la injerencia de las empresas y los casos de represión contra los dirigentes sindicales. Sin embargo, también señalaron los avances en materia de la normativa, incluida la pronta ratificación del Convenio 190 de la OIT y su inclusión en la legislación laboral.
En cuanto a Armenia, sus representantes pusieron de relieve sus temas prioritarios, como la salud y la seguridad en el trabajo y los jóvenes, y la necesidad de institucionalizar el diálogo social a través de la legislación en lugar de las relaciones personales. Asimismo, expresaron su preocupación por los intentos de las multinacionales de acabar con los sindicatos y por la limitada comprensión del Gobierno sobre el papel de estas organizaciones.
Los sindicatos kazajos hicieron hincapié en la importancia de los aumentos salariales mediante negociaciones colectivas, ya que los ingresos actuales no son suficientes para sobrevivir. Los de Azerbaiyán, por su parte, mostraron un ejemplo de cómo el diálogo social a nivel de empresa puede reportar beneficios, como fue el caso de la petrolera nacional SOCAR. En cuanto a los de Tayikistán, destacaron las dificultades para mantener la economía nacional y preservar los puestos de trabajo en el sector manufacturero. Los representantes de Uzbekistán insistieron en la necesidad de una cooperación más estrecha en respuesta al aumento de las inversiones de las multinacionales y las marcas globales, a medida que la economía del país sigue desarrollándose.
Alexander Ivanou, director sectorial de IndustriALL, se refirió a la solidaridad y el apoyo de IndustriALL en todos los sectores, y se centró en el fortalecimiento de la cooperación entre Ginebra y los afiliados. Describió cómo el trabajo sectorial de IndustriALL proporciona un marco de coordinación y apoyo, que ayuda a los afiliados a conectarse más allá de las fronteras y reforzar su fuerza colectiva.
Sergejus Glovackas, oficial de ACTRAV de la OIT para Europa y Asia Central, explicó cómo funciona el sistema de la OIT, en especial con respecto a la ratificación de convenios y el uso de mecanismos de supervisión para hacer frente a los incumplimientos en la región.
Prioridades regionales y acción colectiva
Un panel compuesto por miembros del Comité Ejecutivo de IndustriALL de Georgia, Moldavia, Kirguistán, Ucrania y Kazajistán debatió las prioridades y las presiones comunes de la región.

Kazajistán destacó la protección del empleo en el contexto de la “optimización” de las empresas, la salud y la seguridad en el trabajo y la necesidad de implementar salarios dignos tras la ratificación del Convenio 131 de la OIT. Los representantes de Ucrania hicieron hincapié en que el impacto de la guerra se extiende más allá de Ucrania y pidieron sanciones más fuertes contra Rusia, y advirtieron de que los cambios en la legislación laboral suponen un riesgo para los derechos laborales si no se refuerza la cooperación con la OIT.
Los debates dejaron claro que los derechos formales por sí solos no son suficientes. Dada la situación de guerra, represión y reducción del espacio para el diálogo social a la que se enfrentan los sindicatos de toda la región, los participantes insistieron en la necesidad de una coordinación más estrecha, una solidaridad tangible y una presión internacional sostenida. Sobre la base de la experiencia y los conocimientos compartidos dentro de IndustriALL, los sindicatos pretenden reforzar su poder colectivo y defender mejor los derechos laborales en unas condiciones cada vez más difíciles.
